Los humanos y la vida

Míralos. Míralos bien a los ojos. Pasan por la vida, al igual que tú, con todos sus múltiples sueños y deseos de ser felices. No es cuestión ahora de hacer un análisis crítico sobre qué es lo que les motiva o si son suficientemente independientes de cualquier presión ajena para desear lo que asumen como meta y finalidad para sentirse felices o al menos satisfechos. Ellos desean vivir. Son tan humanos como tú y, al igual que tú, sienten alegrías, penas, satisfacciones, dolores, risas y llantos… en este perpetuo caminar por esto que llamamos vida. Los humanos y la vida. ¿Qué es lo que cada uno de nosotros y nosotras creemos que es la vida o, por lo menos, aquellos que nos puede satisfacer como para decir que vale la pena vivir?.

La vida, como la felicidad, no es un estado material sino un estado de la mente. La vida, tomada como definición de plenitud humana, depende de muchas variables individuales y de muchas circunstancia personales. Que no son las mismas variables y las mismas circunstancias para todos los humanos es un hecho evidente. Hay quienes tienen mucha suerte por el lugar o la familia donde han nacido. Hay quienes tienen poca suerte en esto que es primordial para poder vivir satisfactoriamente. Y hay quienes no tienen suerte alguna. Ni buena ni mala. Simplemente no van a tener la oportunidad de gozar de la vida lo mismo que otras personas que, supuestamente, inician esta carrera vital con mucho ya ganado.

Pero la vida tomada en valores neutrales (lo cual creo que es imposible en la práctica pero no en la teoría) viene a ser algo así como una partida de póquer o un partido de fútbol (pongamos por ejemplo estos dos tan fáciles de entender) donde siempre sabemos que al final está determinado que sucumbamos ante la muerte. Porque lo esencial de querer vivir no es querer ser eternos (lo cual está demostrado ya ampliamente que es imposible en esta existencia terrenal aunque exista la creencia religiosa de la eternidad en otra clase de vida) sino en que todo el tiempo que nos toque vivir lo podamos experimentar en amplitud, en eso que llamamos la realización personal, que podría ser lo más cercano a vivir felices o completos.

Bueno, en fin, volviendo a la observación inicial. Míralos bien. Míralos a los ojos. Son seres tan humanos como tú y todos los días viven afanándose por experimentar una existencia que les dé sentido a querer vivir. Si los ves y los miras bajo ese punto de vista igualitario a ti te darás cuenta de que es importantísimo sentirse tan humanos como ellos y que, a pesar de las distancias que existen entre los seres humanos a la hora de soñar y plantear sus metas y objetivos, lo que nos debe unir es ese sentido humano de que pertenecemos a la misma especie de seres: personas que buscan vivir no para ser eternos sino para ser más o menos completos. Así es como podríamos comenzar a ser solidarios los unos con los otros y ayudarnos los unos a los otros a superar los miles de problemas que nos plantea la vida para poder decir, al final, que hemos sido felices. Y es que la especie humana debe tener conciencia de esa solidaridad para poder decir que somos realmente humanos.

3 comentarios sobre “Los humanos y la vida”

  1. Hay vidas prestadas, y las hay que fluyen…De tu reflexión se podría escribir mucho. Elegimos en parte el cómo vivir, pero nos rodeamos de mucha información extensa sobre la vida. Quizá, al ser muchos en este Planeta…subrecoje la idea de un sentir global, cuando somos fruto del individualismo. Pero, la lectura interesante es la que nos sitúa en paralelo, porque todas las vidas tienen el mismo sentir y el mismo propósito. Saludos.

  2. Pues yo también opino, como Grakosay, que tu reflexión da para un café en torno a una mesa y mucha conversación. Igual es nuestra necesidad de ser humanos en todo momento y la malinterpretación frecuente de la autorrealización personal la que nos aleja de los otros. Ese punto de vista de mirar a los ojos y entender que las necesidades del ser humano son igual de importantes para todos, me gusta, no somos eternos…, un abrazo

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