Los plurales “madriles” (3)

Otro grupo de madrileños muy “sui géneris” son los de la zona del Estadio Manzanares o Estadio Calderón (que de las dos formas se le puede llamar): Paseo de la Virgen del Puerto, Pizarra, Mármol, Marqués de Vadillo, Cementerio de San Isidro, Pradera de San Isidro, Pirámides y Paseo de los Melancólicos. Tremendos “hinchas” del Atleti de Madrid de “sus amores y desamores” son más bien de Izquierda Republicana de toda la vida aunque se da la mayúscula paradoja (!otra de las paradojas españolas!) de que su más ilustre “hincha” es Su Alteza Real el Príncipe Felipe. Son los llamados “colchoneros” porque los colores de su camiseta asemejaban a los antiguos colchones de la época de nuestrros abuelos. Normalmente siempre están angustiados y pesarosos.

Melancólicos por naturaleza, muchos domingos pasean, después del partido, por el Paseo de los Melancólicos moviendo la cabeza de un lado a otro lado y diciendo !mecachis siempre tenemos que ser los pupas!. Suelen ser más de “chatos” de vino que de “litronas ” de cerveza; aunque sean “chatos” de vino de poca calidad porque son más bien tirando a clase media baja y clase pobre. Son tan aficionados al fútbol que cuando no están viendo a “su Atleti” se acercan a la Pradera de San Isidro a ver partidos de juveniles, aficionados, infantiles y hasta cadetes. Enemigos irreconciliables de los merengues madridistas porque éstos les suelen robar jugadores formados en su “cantera”. Son tan enemigos de los “merengues” que prefieren que sea el Barcelona el que gane la Liga antes de que lo haga el Real Madrid. Algunas veces arman “broncas” en su propio estadio (normalmente contra su propio equipo paradójicamente) Buenos conversadores. Son parlanchines y dicharacheros y saben contar buenos chistes. Son bastante castizos (al menos los más veteranos de ellos). Algunos se acercaban, antiguamente, al Canódromo de Madrid a hacer apuestas en las carreraas de galgos aún sabiendo que se hacían siempre trampas en dichas carreras. Por cierto los seguidores del Real Madrid, sin embargo, acuden al Hipódromo de la Zarzuela, por eso de “aparentar” que tienn “caché”. Los del Atleti están tan acostumbrados a tantas trampas que se les hace por parte de los “arbitruchos” que ya todo les resbala… hasta la política y la economía…

Si de madrileños castizos hablamos yo diría (sin posibilidad de equivocarme) que más castizos que los “rastrilleros” de los que ya hablé, son los de la zona de Las Vistillas. Estos sí que son los más castizos de Madrid. Viven cerca del Palacio Real pero un poco más al Este. Son los de la Plaza de las Vistillas, la calle San Buenaventura, El Corral de la Morería, la Calle de Bailén, etcétera y se sienten muy dignos de poseer una especie de iglesia o catedral (que no es la de la Almudena, propia de monárquicos) pero de cuyo nombre ahora no me acuerdo pero tiene nombre de un santo. Son de izquierda y me caen muy simpáticos porque son los que hablñan mejor el idioma castizo propio de los madrileños de toda la vida. Esto hace que los demás madrileños tengan cierta envidia sana de ellos.

Una zona curiosa es la que va desde el Puente de Segovia hasta un poco más allás del Alto de Extremadura. Son los descendientes de los antiguos “domingueros” del Seat 600 de los que tanto cantaba Manolo Escobar. Tan “domingueros” son todavía (tanto los más veteranos de la zona como los jóvenes que han ido en las últimas décadas procedentes de otras partes de Madrid-Madrid que a muchos de sus hijos e hijas les ponen de nombre Domingo o Dominga, el apellido Domínguez abunda mucho en esta barriada y en cuanto a lo tarurino (son bastante “taurinófolos”) prefieren recordar a Dominguín. Como no son muy asiduos a lo estadios de fútbol salvo a ver equipos de Regionales como el Alcotán, el Batán, el Alcuhe, etcétera, suelen pasar los domingos en el campo (otros encerrados en sus casas) escuchando por la radio el Carrusel Deportivo a todo volumen (pues son más bien “chilllones” a la hora d ecopmunicarse entre sí) y siguendo ávidamente los resultados pues son muy aficionados a las quinielas. En política son centristas y añoran los tiempos de Adolfo Suiárez y Gutiérrez Mellado y la UCD. Desde que desapareció la UCD están políticamente muy “despistados” y “fríos” por lo que suelen tirar por la “calle de enmedio” y votar a los que la mayoría votan. No son por eso muy fiables en lo político pues suelen dar una de cal y otra de arena. Se extienden hasta Campamento, Empalme, los Carabancheles, Vista Alegre (que es la plaza de toros a donde acuden en vez de ir a la Plaza de las Ventas y por eso les gustan más las novilladas que las verdaderas corridas de toros), Vía Carpetana, Los Cármenes (donde habitaban hasta hace poco los más “malandrines” de esta zona y los más “borrachuzos” y hasta gitanos) y hasta el Barrio del Lucero. No deben ser confundidos con los de la zona de Urgel y Oporto.

Los de la zona de Urgel y Oporto son un pequeño grupo demadrileños “oscurantistas”. Suelen vivir con gran timidez y prefieren pasar el tiempo entre “sombras” sin salir mucho al sol. Célebre es su costumbre de leer periódicos en voz baja pero moviendo los labios. Suelen también leer comics (sobre todo Mortadelo y Filemón) y acuden mucho al Cine Oporto a ver películas ya un poco pasadas de moda (pero este Cine es barato y no andan muy sobrados de dineros sus bolsillos). Con casas ya un poco antiguas siempre se pasan años enteros remodelándolas y haciendoo los llamdos “prorrateos” vecinales. Tienen bastante cultura precisamente porque son tímidos y no pierden mucho tiempo intentando ligar con chavalas. Hay bastantes sseguidores de Kafka (de vida “kafkiana”), bastantes seguidores de Whitman (de vida “existencialista”) y bastantes seguidores de Breton y compañía (de vida “”surrealista”). Estas irrealidades les hace ser soñadores pero su excesiva timidez les impide llevar a cabo sus sueños. Son de izquierdas (pero de las minorías) y por eso sufren mucho por lo que está ocurriendo en Izquierda Unida. Algunos son de Izquierda Republicana.

Vamos ahorta con los madrileños “tramposos”. Son los que los que viven entre Palos de la Frontera, Calle Divino Vallés, Paseo de las Delicias, Legazpi, Ferrocarril, etcétera. Son muy “fulleros” y “chaqueteros” porque aman mucho el dinero y viven siempre sobresaltados por las crisis económicas. A eso se les suma una gran cantidad de extranjeros inmigrantes (también fulleros y tramposos) con lo que la zona es una de las menos recomendables para vivir en paz. Además está la Estación de Autobuses donde se roban mcuhas billeteras los unos a los otros y la Estación de Metro donde ocurre lo mismo. No suelen ser fieles a la palabra dada. Son bastantes “extraños” en su manera de ser y son capaces de reñir por las herencias cuando mueren sus padres hasta el extremo de pasarse décadas enteras sin dirigirse la palabra entre hermanos, tíos, sobrinos, etcétera por esa cuestión. Tercos como mulos y muy dados a ser ideológicamente del PP. Alguno hay que hasta son neonazis o nostágicos de la Fuerza Nueva de Blas Piñar. Y los hay que antiguamente formaban parte de los “guerrilleros de Cristo Rey”. De vez en cuando se encuentra alguno fiable y de buen carácter pero son los menos. La mayoría intentan siempre sacar tajada de algún negocio “sucio” como blanquear o negrear dinero. En ocasiones son capaces de armar “barahúndas”, “rifirafes”, “zipizxapes” y hasta “zapatiestas” con tal de llevar razón. Se les puede aplicar aquello de la canción de “Hay quien dice que Jaén no es tierra andaluza con tal de llevar razón”. Suelen vestir con traje má o menos almidonado, con corbatas más o menos lustrosas (aunque algunos llevan “lamparones” en las corbatas) y zapatos ni “ni fu ni fa”. Otra característica singular es que se apuntan a toda clase de bodas, bautizos y comuniones aunque no estén invitados pues aprovechones como son y bastante avarientos (digo que hay excepciones que son buenas poersonas) la mayoría de ellos buscan cualquier mezquindad que obtener con tal de sentirse felices. Por eso son los que más pastillas consumen para poder dormir en paz.

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