Los profesores también se equivocan.

Hubo una vez un chico inglés, bastante despreocupado y adormilado, algo lindo y tímido, digo, una vez hubo de ser bastante loco. Odiaba acudir a las clases por la mañana, y por ello desarrolló un no-poco-curioso atraso en la ortografía inglesa del momento. Decían, a una redacción de las aves, así, sus palabras:

“Los abes son animales boladores. Andan de rama en rama sovre sus alas, cagando en las cabesas de lós transeúntes.”
La mujer que lo leyó, a la que llamaban “Ms. Road” por sus acusadas arrugas, rió por un rato mientras leía el texto por completo. Los alumnos, acostumbrados a la seriedad y a la tozudez de la profesora, no cabían de sí en sus sillas. Ésta profesora, una anciana de 56 años sobreviviente de la Gran Guerra, se acercó al chico y le explicó:

– Escucha, Henry- que así se llamaba el chico,- aves no van con b.
– ¿Y como “van”, señorita?- El chico inglés, algo cortito y torpe, no lograba entenderlo.
-¡No van así! Y punto. La clase quedó en tensión. Todos quedaron paralizados.
El chico inglés – que aún seguía en su Luna particular- , aburrido e indiferente, arrancó un nuevo papel en blanco y escribió:

“Los abes no son animales boladores. No buelan. Andan de rama en rama dando saltitos, o bailando, vaya usté a saber; porqué ségun mi profesora asi no ban.”

Quedó un momento pensativo. Y al momento, concluyó:

“Aún así, cagar sobre la cabesa de la gente no lo dejaran de hacer nunca, digo yo, buelen o no buelen. Eso es irfeturable.”

Un comentario sobre “Los profesores también se equivocan.”

  1. Jajaja. Me ha hecho sonreir este irónico cuento lleno de humor y, al mismo tiempo, de mensaje para meditar. Si. Quizás las aves no vayan con la b pero siempre estan en las cabezas de las gentes para darnos a entender que van con el tiempo. Muy interesaante tu sencillo cuento, edalphoe. no son boladoras las aves pero volar por nuestras cabezas desde luego que vuelan.

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