Madre Tierra

Y subí por el sendero,
buscando la serenidad.
Las aguas a su paso me saludaban,
las fuentes desbordantes de sonidos
rompían el silencio de la mañana.
Trinos de pajarillos recitaban a coro
una melodía danzante que abría caminos
rumbo al rincón más bello
jamás soñado por hombre alguno.

La Naturaleza en pleno auge
se abría paso a través de las nubes
que complacientes
le confeccionaban una blanca alfombra,
suave y florida.

El nuevo día empezaba y yo lo estaba viendo.
Un día más para agradecer a la Pachamama.

Se desbordaron las fuentes,
las aguas manaron de la nada
calmando a su paso la sed
de todos los que allí habitaban.
Árboles, plantas y helechos.
Flores, arbustos y piedras
Todos…todos, fueron bendecidos por el agua

Germinaron los frutos,
cesó el hambre del hombre.
Céfiro y flora fundieron su belleza con la aurora.

El vigoroso río
que los campos bañaba,
al final del recorrido
reposó su calma, en un lago
de belleza extraña.
Tan claro, limpio y transparente
que un espejo semejaba
al que todos acudían, a mirarse,
y admirar la belleza del lugar.

Era aquel, el más hermoso cuadro
jamás pintado por manos humanas.

La Madre Tierra es la que nos regala semejantes imágenes. Ayudemos a que su esencia perdure para siempre.

3 comentarios sobre “Madre Tierra”

  1. Bonito poema, Wersi. Toda la Naturaleza (Creación de Dios) se merece que se la cante con vena poética… porque cuando la miramos, la observvamos y descubrimos la cantidad de emociones que impactan en nuestros sentidos… siempre entran ganas de cantar o, al menos, dedicarle partes de nuestros versos. Un beso amistoso y cordial.

Deja una respuesta