Mediterráneo. Sol. Calor. Ausencia de humedad en el ambiente. Elegía griega de palmeras de talles cimbreantes y copas benignas que se derraman desde lo alto. Nidales de dátiles aún en maduración, como colonias de insectos colgantes. Playas doradas con niños haciendo moldes con la arena. Chiringuitos donde tomar la cerveza, siempre bienvenida. Las tapas. La arena quema las plantas de los pies al ir y volver, pero uno siempre va. Dunas con su vegetación dispersa, anuncio de oasis inacabado.
Familias que esperan debajo del toldo, sentadas alrededor de una mesa. Llega la paella. Ritual de reparto, la niña pequeña no quiere. “Te la tienes que comer, no hay otra cosa”.
Vida amable, como mirada a través de una gasa que difumina los defectos. La gran ciudad está muy lejos, los atascos, las prisas, qué ajenos a nosotros. No hay preocupación que nos haya seguido hasta aquí. Nunca más volveremos a tener preocupaciones.
De vuelta al alojamiento, ducha para eliminar arenas y células muertas. Purificación total. Siesta.
Cayendo el sol, paseo en busca de brisa refrescante. Tiovivos, puestos de chucherías, Se camina por costumbre y por necesidad de moverse. Ida y vuelta por todo el paseo marítimo. El sol se ha ocultado y no se puede ver la línea del horizonte. ¿Dónde empieza el cielo y acaba el mar? El mar es una superficie lisa, uno podría andar por encima sin tropezarse.
El mar, el Mediterráneo…
Estampa cotidiana expresada con un gran ritmo envolvente. Desarrollas toda la jornada con las pinceladas propias de una gran observadora. ¿Te atreverías a pintar una escena de este diario trajinar?. ¿Por qué no?. Es todo el texto una serie de cuadros cotidianamente pictóricos. Y eso es un gran logro, Carlota. Un abrazo.
Ufff, lo último que pinté (al óleo) fue un lince… Todavía anda por ahí, hasta entonces sólo acuarelas y, lo primero de todo, en la escuela, en clase de dibujo, copia de láminas. Me ha gustado mucho dibujar, pero ya no lo practico.
Muchas gracias por tu comentario, nunca antes había intentado escribir algo de ese tipo. Cuentos, más o menos largos sí.
Un abrazo, diesel.