Monólogo

(Ana es una mujer maltratada. Ene l silencio de su más profunda desesperación habla en alto)

(Se abre la realidad y calla el mundo)

Ana.- ¡No puedo estar aquí, en este espacio que creamos pensando fuera tuyo y mío, porque me los has arrebatado con el acto más triste, con el despiadado silencio de quien desprecia maltratando. ¡Y no sé…! Se me antoja que vivo en una inercia que no deseo! Y vienes y te aferrar a tu condición de rey desconocido, de ingenuno creador de miedos y tristezas. ¡Ya…todo transcurre entre esperar a que se cierre la puerta y no estés y vuelvas y regreses y consumenes, una y mil veces, tu juego abominable de hacerme morir un poco en cada instante!

¡Y no soy capaz de dejarte! Lloro como una tonta, como llora cualquier mujer que sabe que perdió, que lo perdió todo por amor, o por no se qué! Lloro entre el olor que me recuerda a ti y el miedo a saberte cercano y vulnerable.
Ya no soy capaz de decirte nada, de levarte la voz, de gritarte una y mil veces…que me dejes en paz, porque hasta la paz la conviertes en golpe cobarde y beso en la yugular cerrada de mi cuello.
Creía quererte y sé que te quiero, pero nada es posible desde este infierno donde tú eres el fuego voraz que abrasa mis entrañas. Y quiero marcharme donde se marchan las mujeres como yo, hacia el olvido, hacia la muerte permanente que señalan los huesos rotos y el alma convertida en trapos de cocina.

5 comentarios sobre “Monólogo”

  1. ¿Cuantas mujeres en estos momentos están diciendo y pensando lo mismo que Ana ?
    Aguanta todo lo que le viene de su pareja por no saber vivir sin él , es dependiente de sus brotes de violencia. Es lamentable que hoy en día muchas mujeres no tienen el valor suficiente de denunciar por no saber vivir solas.
    Un saludo y gracias por escribir sobre el tema del maltrato.

  2. Monólogo de una mujer que llora por alcanzar lo imposible. Es perfecta tu forma de narrarlo, Greko. Das frases interesantes como “lloro entre el olor que me recuera a ti y el miedo de saberte cercano”. El alma convertida en trapos de cocina hace entristecer el sentimiento.

  3. Por más que lo intento, no ahora sino hace ya mucho tiempo, no entiendo cómo puede darse esa situación, cómo una mujer no reacciona, no ya por sólo sí misma sino por sus hijos… imagino que a veces por miedo, pero más miedo debe dar convivir con el enemigo.
    No he entendido nunca, ni quiero entenderlo, ese tipo de amor. Me gustaría poder enviar un mensaje a esas mujeres para que despierten.

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