Cuando ya la música atronaba
mi abuela se alarmaba y gritaba:
¡Ay! que se me viene la techumbre a la cara.
¿Está usté como siega,doñita? Le decía el
veterinario mexicano Don Torcueto y Falaz de la Vega y Si-Cilia.
Emilia, su perra de caza,
tocaba el piano a dos pezuñas.
Como decía: un noctruno de Cho-pen,
compositor chino en exclusiva para perros y perras.
Y era tanto el virtuosismo,
que en mitad de aquel seísmo,
toco el do y luego fa
y cuando del piano sóloq uedaba una tecla,
la tocó con ambas patitas.
¡Ay, qué bonita, la perrita!
Como bien decía doña Arboleda del PIno Cañí:
No me huelen los pies de lo que piso,
sino del tan rico guiso
que se cuece en la Mon-Cloa,
o traducido del francés……
Mi Cloa…
2 comentarios sobre “Noctruno de Cho-pen”
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Jo jo jo…
…ca.
¡¡Genial¡¡.
Saludos