Ayer leía tu reflexión. Poética y trágica,
contextual, en su necesario ser texto que trata de de decirse.
Palabras que se revuelcan en el corazón,
entre nostalgias adheridas,
pasillos largos o corredores de fondo.
¿De dónde nace la fuente de tu texto?
Y presupongo tu incierto juego entre comenzar
y decir adiós, saludando a las sombras presentes
en la virtual pantalla.
Sé que mi Piel alberga respuestas tan sólidas
como huellas abatidas.
Mis términos son el nombre de las calles de mi geografía,
pero adivino entre tus palabras,
ese desmenuzado afán por el profundo sentido del ser.
Nos doloré siempre, Noeliaf,
comosi fuéramos tan rusos como cualquier trágico realista.
Hoy, la penumbra evoca dolores que fueron asociados
a mi colección de mariposas.
Mañana, despertaré entre nubes extranjeras,
o algún pelo rizado que me recuerde,
el bucle de la existencia.
5 comentarios sobre “Noeliaf y el Presunto Deseo”
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He entrado sólo un segundo para leer por encima vorem, me voy ya mismo de viaje, pero en cuanto vuelva te digo de dónde nace el texto y qué sentí con él. Miles de gracias, hoy y siempre, un brazo fuerte
“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo.”
Wittgestein
Si, quizás un afán que puede a veces ser tragicómico. Ese afán de sentir, de ponerme en el lugar del otro, de acercarme a otras realidades. Ese es uno de los motores de mi vida, pero siempre, eso, un motor que me pone en marcha para sentir la vida y disfrutar intensamente de lo que me ofrece, sin huir tampoco de lo compleja o dura que puede resultar a veces. El momento en el que quise escribir ese texto, me fue imposible, o quise que me fuese imposible, sentí tan profundo el desgarro que no quise entrar en esa espiral, días más tarde escribí el texto que quizás cuelgue en otro momento. Quizás era menos intenso, o yo estaba preparada para entrar en cualquier espiral.
Miles de gracias otra vez Grekosay, siempre es un placer, siempre. Un fortísimo abrazo. Seguimos compartiéndonos.
Only, ¿y las cosas para las que no tenemos palabras, las que se alojan en el cuerpo y so salen por nuestra boca?…, jajajjajaja. Aunque es verdad que lo que sale de nuestra boca es normalmente a lo que le damos entidad, otro abrazo
“Only, ¿y las cosas para las que no tenemos palabras, las que se alojan en el cuerpo y so salen por nuestra boca?…, jajajjajaja. Aunque es verdad que lo que sale de nuestra boca es normalmente a lo que le damos entidad, otro abrazo”
Me pregunto, a las cosas que no salen por nuestra boca, ¿no les ponemos nombre también? Hasta el más abstrato de los sentimientos tiene nombre. Triste, contento, satisfecho, exhilarante…son palabras. Hasta ese sentimiento de “vacio interior” es ese sentimiento de “vacio interior” y ese “indescriptible” es “indescriptible”.
Soñamos, y también soñamos con palabras. Me ha pasado, al vivir un largo periodo en un país extranjero, que he empezado a soñar en el idioma del país. Mi vida, en buena parte, es puro lenguaje.
Pues tienes razón Only, sí, necesitamos ponerle nombre a las cosas para darles forma, para poder entender, entendernos y comportarnos de una forma o de otra…, pensamiento y lenguaje creo que van de la mano, lo que no acabo de tener claro es cuál de los dos establece los límites.
Pero estoy totalmente de acuerdo en lo que dices, en soñar con palabras, yo a veces tengo miedo a lo que digo, jajajajajajaja.
Supongo que este este tema daría para una largo café. Un fuerte abrazo Only