Escucho, en ese estado penumbral
que el silencio aumenta,
y todo un eco de palabras
juega en la sinfonía de la tarde.
Desalienta el eco de mil fuentes apagadas
y el sol arde en plenitud de primavera.
Espera el nuevo movimiento
de una lentitud desconcertante.
El duro diamante se aquilata entre los dedos.
Taciturno el giro de la a, en su su femenina forma
y equidistante el do del fa.
Escucho en presente de indicativo,
el adjetivo sonoro,
la nada penumbral que invierte el movimiento.
M´s allá del desierto día donde las palmeras son,
suena el compás.
Vas hacia yo escucho,
en presente de indicativo:
ahora, dejo de estar para ser contexto.
Escucho el pretexto y siento la suave pulsación
del arpa.
Arpegio de coral sobre la cristalina alfombra
de mil pisadas en la arena.
4 comentarios sobre “Palabra”
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Después de la tormenta llegó la calma y entre reflejos dorados surgen palabras envueltas en suave melodía.
Gracias y un saludo
Y la música la traes a estos versos, jugando genialmente con la gramática…
Felicidades. Bezzotes
Los indicativos me parecen pretextos y los subjuntivos me parecen contextos. !Me has hecho pensar un montón con tu excelente genialidad!. Gracias amigo… por estar por aquí con nosotros…
En mi caso, me ha gustado mucho. Es un pretérito perfecto de unas palabras que he escuchado con tanta claridad como su sinfónico silencio.