Pinceles que danzan sobre la tela,
hojas,
flores,
bosques y peinetas
gravitando en un bello paisaje
pintado por manos expertas.
Copas doradas de otoño
aves de pecho amarillo.
Horizonte,
tarde…
cielo de azul infinito.
Pulpa fresca que se extiende cómo jugo en la boca.
Tarde silenciosa,
jardín de tonalidades
obra de mil colores.
En ella me extravío
Bien Wersi, bien… ya te estás dando cuenta de que cuanto más nos extravíamos con la Poesía más poetas somos para quienes nos hacen caso… los demás… ya sabes quiénes son los demás… y me refiero a los poetas y poetisas de amplio salón acolchado, butaca de primera fila en la Real Academia de lo Que Sea, y lote de premios a tutiplén, a porrillo y aquí están mis poderes, pues la verdad… sólo me resultan relativos y relativas nada más. Quizás ese final tuyo, recogiéndote en la tarde silenciosa, sea la verdad de tu sentir. Y es que comenzando por pintar con pinceles sobre una tela manchada incluso del aceite de la clase obrera por culpa de que la tartera del bocata se nos ha abierto se puede alcanzar las copas doradas donde los gorriones nos saludan al atardecer. Buena tardes y un abrazo cordial.
Un cuadro clásico, me suena a eso Sin tanta tendencia vanguardista; uno que no se lo ve, uno que se lee. Muy bien descrito a mi modo de ver. Un fuerte abrazo amigo.