Paracelso II

Figura veintiséis:

“La sibila ha estado pendiente de ti cuando colocó la “F” y ahora, muy correctamente, estás colocado en la rosa; porque está madura y el tiempo te ha traído. Cuanto la sibila dijo de ti se cumplirá e incluso más aún se dirá de ti. El verano que trae las rosas es lo contrario del tiempo en el que todas las cosas han de dividirse; ésta es una indicación de que el hombre ha sido edificado sobre la arena. Este debe pasar y tú te asentarás en la roca, de forma que muchos quedarán confundidos. Porque cuando llegue el tiempo, también vendrá aquello que es la causa de que el tiempo haya llegado.
Porque el Sol iluminará al que ha de ser juez de sí mismo.”

Figura treinta y dos:

“Tú has sufrido grandes calamidades, consecuentemente no será hasta después de tu trabajo del día, cuando encontrarás descanso y reposo. Bendito sea el que nace durante el sueño, él no conocerá el mal. Pero tú te has purificado con gran cuidado y has soportado mucho en tus días. No has subyugado a ninguno, y ninguno será el que te despierte a ti de nuevo, incluso si se cuenta, como tus enemigos han contado, desde sus nidos de ave de rapiña.
Este, que con frecuencia ha traído la paz y que después ha obtenido su propia paz, pero que muchas veces también ha sido despertado. Cuando se despierte a sí mismo, todas las criaturas temblarán ante él.”

Paracelso.
Libro de las ninfas, los silfos, los pigmeos, las salamandras y los demás espíritus.

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