Efímeros sentimientos del alba
que llenan la lúdica presencia…
una esencia
de espuma marítima de nácar.
Una superior manera de entenderte
en este estar y siempre serte
fiel compañía sin ausencia…
ciencia
de estar, sueño a sueño, presente.
Purpurada el alba con memoria
es la lúcida ausencia de la muerte…
se siente
vida entera en nuestra historia.
Una plataforma de sentimiento propio
me apropio
en la avanzada hora
en que la ola
hace figuras con el viento
y siento,
más allá de cualquier momento,
el sonar de la caracola.
Barcarola.
Afán de tener siempre tu acento
grabado en mi verdad…
no existe edad
para besarte en el aposento.
Entre aves que vuelan por las nubes
tú subes… y subes…
en mi sueño vertical.
Es entonces cuando la horizontal
de lo que se asoma por la ventana
me dice que la mañana
se hacer rumor de cristal.
Imagen de vida eterna
entre la lúcida y tierna
madrugada del presente.
Y siente… siente…
tu cuerpo mi firme y entera
forma de besar certera.
Beso caliente.
Deseos y formas soñadas
que hacen, enamoradas,
nacer de nuevo al alba…
y nunca se acaba
este transitar verdadero.
Por eso es arte sincero
este caminar por tu risa.
Deprisa…
ya llega el aguacero
con el sentido primero.
La misa
queda para lo postrero.
Es día de levantarse
amando tu nueva presencia…
querencia
de poder enamorarse.
Peso ligero y suave
de tu boca en mis caricias…
Delicias
que trae el alba agradable
y, amable,
discurro por las primicias
del sentirte enamorada
y elevada
cuando tu sonrisa inicias.
Tu voz me llena de cuentos
como infancia encendida
y son cientos… doscientos…
los sueños que tengo de vida.
Plataforma que se ensancha
cuando se hace más ancha
la vida junto a tu lado.
Se ha quedado
la muerte ya derrotada
y se agacha
el sopor de aquel mal hado
para vivirte acompañada
del cante flamenco y el fado.
Entre canciones de mares
navegan mis pensamientos
y cientos… doscientos
los besos que, a cada instante,
suenan en el constante
amanecer de los vientos.
Un total y cierto aroma
se asoma… se asoma…
y noto que toda mi alma
ha perdido ya su calma
en tu boca encardinada.
Abandonada
se queda la ya dispersa
sensación que queda inmersa
en esta espera acabada.
Hora de sentirse vivo…
hora de amar tu frente…
hora de ser hombre fuerte…
hora de ser sincero
amando como el nevero
ama su blanco traje.
Yo extraje
de tu amor el lisonjero
poema de abencerraje
que cantaba aquel gitano
agitando ya su mano
como si fuera un paisaje
de un gran poema lorquiano.
¿Qué autor es el que escribe
estos versos para amarte?.
Solo yo… solo y es mi arte
para que tus ojos lean
y que los duendes te vean
cómo el poema describe
tu mirar de caminante.
Andante…
el piano de la noche
ha dejado ya el derroche
de sus notas plañideras.
Y por las enredaderas
que están junto al porche
suben palabras enteras.
Todo el mundo se me olvida
en este sentir la vida
junto a tu cuerpo ceñido,
cuerpo que ya he medido
cuando tu boca encendida
a mi boca le ha pedido
una frase amorosa.
Tomo una rosa
y la regalo al destino;
yo soy el ser masculino
que ama tu cuerpo de esposa.
Si se levantara del suelo
el último enemigo
yo te digo… te digo…
que no volvería a nacer
en este puro renacer
como fiesta de domingo.
El mendigo
pide su necesidad
más yo sólo contigo
soy esa tierna edad
de dar un poco de anhelo
a quien suplica al cielo
pero en cuestión de amarte
es imposible olvidarte…
y se derrite el hielo
cuando descorro el velo
de tu misterio elegante.
Y marcho siempre adelante…
países… paisajes… rostros…
un sinfin del vivir caminante
hasta llegar a la cuna
donde nace, al fin, la luna
de esta bohemia cantante.
Plataforma de los sentires…
este total sentimiento
de unir nuestros vivires
basados en la experiencia
de una mujer en presencia
del hombre que soy y me siento.
Nunca conocí el desaliento
al sentir que eras ausencia
tiempo… le di a mi vida tiempo
dominando la impaciencia
y por eso ahora siento
necesidad de una ciencia
que demuestre si es que miento
o soy de verdad la clemencia
para aquellos que traían
por envidia su demencia.
Plataforma firme y cierta
nunca tuve manifiesta
ni ira ni fiera ofensa
pues fue solo mi defensa
tener tu amor en la siesta,
en la noche, en la mañana…
y al sonar la campana
de cualquier hora inquieta.
Quieta
se ha quedado la tarde
y arde… arde…
cien… mil.. un millón
de veces este alarde
de tener en el sillón
que te regalé por princesa,
por poema, por palabra…
y que tu corazón abra
este amarte con riqueza
de verbos enardecidos
que están ya tan crecidos,
apartada la maleza,
en nuestros únicos caminos.
Allá quedaron los dañinos
seres que tanto ululaban
cuando de envidia dejaban
sus insultos peregrinos…
y como lúcido poeta
salté esos miles abismos
para alcanzar la meta.
Esa meta que es tu boca,
tu cuerpo, tu aroma
y ese corazón que se asoma
como una esperanza loca.
¿Y qué importa si enloquecí
desde el día en que te vi?.
Prefiero ser tus sentidos
a los míos adheridos
antes que ser como ellos
hacer de mi han querido.
No. Yo soy tu marido,
tu esposo y hasta tu amante
y que dé un paso adelante
quien así no lo ha querido.
Sí. Sé que me he vencido
a mí mismo por amarte
pero en la vida es arte
nacer como se ha nacido.
Plataforma del sentimiento…
tu cuerpo es mi pensamiento.
-José Orero de Julián- (DIESEL)
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