Poniendo nombres a la realidad

Veo el pensamiento anónimo que sale en Vorem: “La realidad es una, nosotros sólo le ponemos nombres”. Y deduzco lo siguiente. Siguiendo las teorías de Lacan hay que distinguir entre Lo Real como lo percibido por el ser humano y Lo Real independientemente de cómo lo percibe el ser humano. En este último sentido la realidad es única, pero la única manera que tenemos de percibirla es la práctica de cada ser humano… y entonces la realidad se convierte en distinta según cada circunstancia (Yo soy yo y mis circunstancias, dijo Ortega y Gasset).

Es frecuente el olvido, dentro de la cultura occidental, de que la realidad, en el sentido lacaniano, en verdad no tiene muchas posibilidades de sobrevivir estable. Esta es una frase que leo en un texto de internet. Pues bien, si observamos todas las ideas que hoy se han dado como erróneas y que hace determinado tiempo se dieron como verdaderas o ciertas (por ejemplo que la Tierra era el centro del Universo) estamos afirmando que muchas de las realidades ciertas y verdaderas de hoy serán erróneas dentro de algún tiempo.

Por lo tanto, en el sentido más completo y subjetivo de las realidades, son los nombres con los que cada uno de nosotros ponemos a éstas las que, verdaderamente, son ciertas… pero también variables con el paso del tiempo. No hay por tanto realidades absolutamente ciertas en cuanto a cómo vemos la vida los seres humanos y, paradójicamente, hay realidades absolutas fuera de ese contexto de cómo vemos los humanos. Lo importante es decubrirlas.

6 comentarios sobre “Poniendo nombres a la realidad”

  1. Saludos Carolina:
    en medio de mi absoluta devoción lacaniana, dejas este interesantísimo texto. La Fenomenología atribuye a los sentidos la cualidad de analizar los estímulos y estructurar (construir) patrones no caóticos de percepción. La realidad es un compendio de estructuraciones que el Incosciente no admite, no vive y en lo que descnoce/estar/habitando. Luego, la fantasía, la virtualidad, la constitución de parámetros irreales, fundamentaría ese proceso Junguiano de “acceder al mundo interior”. Un saludo.

  2. Nada es verdad ni mentira, todo depende de cómo se respira…
    A mí Lacan, Husserl, Hegel, Brentano, Heidegger… la Fenomenología en general… nunca me han aburrido. Un abrazo.

  3. Recuerdo la priemra vez que escuché hablar de Lacan, cuando trataba de conocer algo de psicoanálisis en una facultad de psicología en la que estaba (y sigue) desterrado, pero me impacta todavía la primera vez que vi cómo daba una conferencia (no en directo)…, recuerdo cómo me ayudó a pensar sobre lo que tu planteas hoy Carolina…, recuerdo de forma muy gráfica un punto de inflexión, marcado, entre otras cosas, por mis tonteos con Lacan y algún otro…

    un abrazo

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