Jon Sobrino y la zarpa del Vaticano

Hemos llegado a presentir una historia que se repite, un ciclo que incluye momenentos y acciones que ya se dieron. Jon Sobrino es uno de los más excelentes teólogos de la actualidad. Sus teorías han vuelto a inquietar al gran oso vaticanista. Ese mazo de herejes que es el guardián de la ortodoxia, el obispo de roma, arremete, unavez más contra lo que presupone una libertad excesiva y un planteamiento peligroso para la fe y la iglesia. El error siempre ha estado en el sentimiento de posesión absoluta de la verdad, en una lucha contra la Teología de la Liberación y sobre todo, la ignorancia no puede servir como campo de cultivo para integrismos encubiertos. Si el valor de Jon Sobrino apuesta en favor de la humanidad de Cristo, roma asiste a un desmembramiento radical, al temor de los ancianos, a la pérdida de privilegios y sobre todo…no permite la libertad del hombre.

Vivimos tiempos de oscuridad, donde ni una pizca de calor nace de los gestos de Ratzinger. El papado regresa a un medievalismo claro y evidente, protegido entre los muros y ejercido por un senado de fieles a la tradición eclerosante. Mi reflexión acaba aquí. No soy creyente pero si creo ser consecuente con lo que pretende volver a ser una vuelta de tuerca. Un hombre justo no merece el silencio, la condena y el zarpazo de quienes hablan de amor en beneficios de sus propia iniquidad.

3 comentarios sobre “Jon Sobrino y la zarpa del Vaticano”

  1. No conozco a Jon Sobrino, (aunque si tu, Grekosay, hablas de su excelencia, es un buen motivo para acercarse a él), pero sí opino, como tu, que “este papado” es una vuelta atrás, la búsqueda de la autoridad en un momento en que el desencanto religioso es generalizado, al menos, en su vivencia tradicional…nunca me han convencido los dogmas…

    un abrazo GRekosay

  2. Siempre tuvo el Vaticano al reaccionarismo como filosofía social. Por eso cuando alguien trata la humanidad de Jesucristo se enfurece… porque todo el tinglado vaticanal es simplemente una morralla. !Cómo van a estar de acuerdo con teorías de liberaciones quienes pretenden volver a la Inquisición!. La libertad del hombre y de la mujer no está desde luego contemplada por los “Ratzingers” del dogma de los privilegios. !Con la Iglesia has topado Jon Sobrino!.

  3. A Ratzinger se le descubre siempre como un autodidacta de lo místico elevado a lo caústico. Benedicto XVI está continuando la línea de los déspotas de la conciencia impuesta. No se sabe todavía con total absolutismo (el absolutismo que preconiza el Papa) si Jesús fue Hijo de Dios. Sí se sabe, por contra, que fue un ser humano extraordinario y eso que tanto recalca Jon Sobrino y algunos de los más abiertos clérigos de la liberación actual es lo que no soporta un Papa anclado en la bahía de lo esclerótico. Por eso le va tan mal a la Iglesia Católica Apostólica de Roma (que por fortuna no es toda la iglesia cristiana a nivel mundial). Muchas son ya las voces que hablan de una revisión absoluta a la inmadurez de los Papas por actualizar sus dogmáticas propuestas… pero este Benedicto XVI es, realmente, una vuelta de tuerca hacia el pasado opresor. Se es creyente o no se es creyente (ambas cosas pueden ser asumidas con nobleza) pero lo que no se puede ser es estulticio, o sea descaradamente necio como el tal Ratzinger.

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