¡Por fin..la lluvia!

No he podido reprimir el impulso de transmitir el júbilo que hoy he sentido al ver la llegada de la lluvia. Para muchos la lluvia simboliza tristeza, melancolía, hastío. En mí, su efecto es renovador, de savia fresca que fluye por cada poro de mi piel como un torrente de existencia nueva. El agua es la esencia de la vida.
Me divierte caminar bajo la lluvia. Hoy, en mi caminata casi diaria, he disfrutado viendo a los árboles darle la bienvenida con sus ramas abiertas en un cálido abrazo, los pajarillos se arremolinaban en los charcos de agua fresca recién caída para darse su ducha matinal. He visto al Teide jugar al escondite con las brumas plomizas hasta caer rendido y ser devorado completamente, quizás sea el primer paso de un patrón de confección de su manto blanco y días más tarde, reaparecerá cubierto con su traje de gala.

Mis pies no se preocupan en sortear los charcos, seguían un guion ya conocido y grabado en el subconsciente de mucho tiempo atrás, cuando las calles de mi barrio aún no conocían esa vestimenta asfáltica y se convertían en autenticas ciénagas en las que me encantaba chapotear con aquellas botas de goma dura que sobrevivían durante generaciones sin flaquear.
Llego a casa con la ropa húmeda y fría pero el cuerpo y la mente renovados. Ropa seca y un té caliente son el paso siguiente para seguir disfrutando de este día.
¡Mmmmm , por fin la lluvia!

4 comentarios sobre “¡Por fin..la lluvia!”

  1. ¡Por fin…la lluvia!
    Pues si glosagon, pues sí. Yo recuerdo que cuando era muy pequeña mi hermano me cogía en brazos y con mucho cuidado me acercaba a la ventana para que viese llover. Nos encantaba estar en silencio contemplando la lluvia, nos encantaba el olor a tierra mojada y nos encantaba y nos encanta ir caminando por la calle escuchando como el agua incesante golpea sobre nuestros paraguas. ¡Bendita la lluvia!

  2. Glosagon, comparto contigo todo lo que escribes sobre la lluvia.
    Es un regalo, de lo mejorcito…
    No me importa nada mojarme, y dar paseos un dia lluvioso, me parece sublime
    Abrazo

  3. Yo también estoy de acuerdo. No sólo me gusta ver la lluvia caer sino también vivir la lluvia. A veces es demasiado aburrido seguir y seguir la senda sin nadie que nos entretenga pero el sonido de la lluvia al caer sobre nuestros cuerpos y dejarnos tan mojados como seres que tienen resistencia al vacío de lo secano que quieren dejar a la Humanidad, es una compañía excelente. De pequeño, desde mucho más pequeño de lo que ahora soy, me gustaba llenarme de lluvia y por cada gota que mojaba mi cuerpo una nueva idea venía a mi cerebro. Sigo igual. Sigo mojándome como cuando era mucho más pequeño que lo soy ahora. Dicen que la lluvia engrandece el paisaje (no sé si lo ha dicho alguien o lo acabo yo de decir por primera vez pero es lo mismo)… ¡Por fin la lluvia!… un abrazo, compañero.

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