No me castigues con tu indiferencia,imagen serena
Y muéstrate. Muéstrame el tacto de tu pelo,
que me atrapa en la estela de tu ausencia.
Sentir así el deseo que aflige mi cuerpo
y mi alma resiente el no poder conocerte.
Sin más pretensión que verte de nuevo,
un soplo, una imagen, una ilusión …
Dolor por no confesarte, por no saber ser
Por no poder mostrar, al decirte mi nombre
Rogándote que en el fondo, sí te importase.
Tan solo un simple hola,y se abrió mi puerta del cielo
momento que tanto ansié, y con él
llegó el grito sordo y callado de mis latidos,
porque algo comenzaba en ese hola
al palpitar las cadenas de nuestro vínculo voraz.
Y tu sonrisa, aumentando mi sensación de vértigo.
Al saber que estabas ahí, que podía al fin desvelarte.
Y asi temí perderte sin haberte siquiera tenido,
y al mismo tiempo, nuestro tiempo,
que tu me perdieras a mi. Y al fin quise conocerte.
Edu:
Existe una forma “úinica” de expresar nuestro verdadero ser sensible…”en la palabra y en su expresión poética”. Más allá del simple sentimiento, expresar una humanidad latiendo, un inmenso amor, un océano de caricias que te arrebata ese corazón con el que tantas cosas serías capaz de hacer. Lee poesía y escribe la “tuya”. Gracias por tant sinceridad.
!Espléndido, Edu!. Esencia inolvidable del por qué queremos conocer a esa persona que hace palpitar nuestra cabeza movida por las intensidades del corazón. O será al revés?. No importa. Cuando el deseo se convierte en sensación cabeza y corazón son una misma cosa.
Esplendidio….precioso…conozco esa sensacion y sentimiento; entonces se siente la poesía. La tuya fue a mi corazon.
Saludos, Nabi