Porque tú eres luz

Lo supe siempre; lo sabía.
Estabas a mi lado y comprendía
tu acento, tu mirada,
tu armonía al caminar sobre la playa.
Lo supe siempre y cada día
eras mi luz, mi guía presente,
ojos de mirada alegre, sinfonía
de latidos que sabía presentir
en el silencio de la noche,
en el vivir de cada día.
Porque tú eres la luz,
la luz más viva
que asombra con su espacio de amor
cuanto domina.

La palabra, tu silencio,
tú, en ti misma.
Sea para siempre que te viva,
o nos vivamos a la vez,
entre armonias sutiles de caricias,
hasta cerrar los ojos,
entre la vegetal prestancia de tu selva,
de tu origen al que volverás
como espíritu de planta, hierba o flor:
amor, amor porque tú eres la luz,
luz de mis dias.

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