Primera Parte de los Poemas del Pozo

POEMAS DEL POZO

….a mi sublime recomendador,
por todo el dolor

I

“Quédate en la eterna nebulosa,
ahí,
en la multicencia de un dulce noser”
César Vallejo



Desde lo profundo,
desde lo pueril,
desde la llama color escarlata … y desde la esencia
desde ahí llegas hasta mí,

desde lo impalpable,
desde lo dulce,
desde lo blanco y desde lo negro

desde la inmensidad de lo inexistente,
desde donde todo todo lo abarcas,

desde ahí llegas y nunca te vas.


La peor soledad, para mí,
es estar siempre contigo
pero sin ti…

Cuando de amor se trata,
nosotros, los que quedamos,
somos tan
tan subjetivos que, a veces
no logran entendernos;

¡cuánto sabe ella del amor! (del desamor?)
de ese no correspondido,
y me lo contó…

ella habla,
habla y llora,
llora y habla,
y a sus palabras y a su llanto;
le salen sangre


Sólo lo imposible
es lo que le provoca deseo,
un deseo enteramente inextinguible…
Y sólo el deseo inextinguible,
infinito: vale la pena

Si vieras cuán poderoso eres,
amigo mío

Que me transformas en color opaco,
ceniciento
Me transformas en aire
en tierra
en polvo…
en nada,

Y en fin:
eso es lo más genuino que significo para ti;
nada

amigo mío,
dónde andará tu presente perdido?
dónde tu premisa extraviada
o tu respuesta esquivada?

dónde

Sin saberlo me convertí en lo que
hoy trato de no ser

y por mis huesos se colaban
el amor
y tu tristeza

Consumiéndome entre los recovecos
de tu imagen,
tu doble imagen porque ahora eras dos,
o eran dos; pero no yo,
otra,
era otra o algo de otra
que encontraste o imaginaste
en lo supuesto,
que invertiste en tiempo,
que pagaste en cuotas,
que besaste en beso
sin roce ni risa.

No espero nada más lejos que tu dicha,
debes creerme,
No aguardo nada que me ofrezca color,
Solo sintiéndome desorbitada
pero conciente
logré acercarme hasta el
principio del fin.

Dime, viejo amigo,
si en verdad ya nada queda
Dime, amigo mío
si mi inventiva traspasó todo aquello
que nunca debió

Dime,
si tus ojos son tan vacíos cuando me miran,
o ya no me miran y
me dejaron sola…

Dime,
por qué solo logro llegar
a dónde no se encuentra más
que lagos funestos

Si es que en ella encontraste tus virtudes
¡adelante! –viejo amigo-
plácido será entonces tu futuro
y de maravilla tu camino;
pero no dejes que las sombras de
lo que se llevó el olvido,
de lo que no tiene identidad,
irrumpa en algún avieso momento,
porque quizá sería para ti
–aunque no para mí-
demasiado tarde.

De la mañana a la noche,
al igual que de la claridad a lo oscuro,
no transcurren sino instantes…

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