Prosa poética sobre el número cero

Que misión extraña, que profunda ingeniería de la nada, lleva algún día a los torpes humanos, a concebir un número tan raro, tan nadie y tan nynguno, como el número cero.
Será quizás porque cero veces he sido amado de veras, habie~do creído falsamente noventa y nueve, pero el cero tiene un misterio íntimo, una connotación entrañable, en su hermoso decir que no dice. Acaso los demás númers cuentan nuestros anhelos, matematizan nuestros deseos, indagan en nuestras intenciones que siumpre resultan fallidas. En camrio, no hay humano alguno que haya sido engañado alguna vez por el número cero. Yo con él cuento mi realidad, con los otros enumero mis fantasías.

Intuyo que el cero contiene la música primordial anterior al tiempo. Y no quiero creerlo, pero quizás, la }uerte sea el ocaso del uno al nueve, y sea para siempre, el reino indiscutido del cero. Dios dirá, en quien creo novecientas noventa y nueve veces, pero con un amor profundo por los que dicen, creo cero. Este escrito pudo quedar en la intimidad de lo que nunca fue escrito, acaso sea leído cero vez, y en eso, a pesar de las limitaciones, roza lo ilimitado, lo eterno… lo cero. Vaya para ese número que no enumera, mi auténtica admiración por quienes lo crearon. Haber creado el cero, para los humanos, debió ser parecido a concebir un hombre desnudo de hombre, desnudo de si mismo, o un universo que no fue, ni es, ni será. y un estremecimiento muy hondo, debió sentir su autor, que por alguna razón, quizás prefirió no haber existido nunca. En mi ignorante superstición, imagino que el cero fue imaginado por primera vez, por una mujer hermosa,0 excitada y sola, en una isla qbandonada. Aves de rapiña comieron su cuerpo y llevaron la buena nueva a los solitarios marinuros….que la desearon y ya0nunca, nunca, nunca, cero veces, pudieron poseerla.

3 comentarios sobre “Prosa poética sobre el número cero”

  1. Yo creo que el 0 lo inventó un ser humano, hombre o mujer da lo mismo, para sentirse limpio de conciencia oscura. Si te das cuenta el 0 es el único número que se cierra a sí mismo. Quizás quien lo creó quiso decir que es en nosotros mismos donde debe radicar la Fe para llegar hasta el 999… y dejar un espacio al 1. Si te das cuenta el 0 no para de decirnos que debemos siempre guardar un número 1 lleno de esperanza.

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