Después de muchos años animando a todo mi entorno, de solucionar conmigo misma mis inquietudes, mis problemas, mis pequeños decaimientos, que nunca he pretendido ocultar sino atribuirles la menor importancia posible porque otra cosa me parece propia de inmadurez. Después de años desahogándome únicamente en la escritura y apoyándome en mis propios recursos mentales, después de echar mano de unos ánimos heredados de mi abuela materna, que fue todo un ejemplo para mí, después de todo eso, pregunto: ¿Quién anima a la animadora?
Porque os aseguro que si leyerais este texto a mi familia, amigos, etc., se quedarían totalmente sorprendidos. ¿Cómo es posible que la animadora pueda quejarse de desatención? ¿Cómo es posible que ella necesite que alguien la anime? Igual puede convertirse el día en noche eterna, igual pueden hundirse las esferas, sobrevenirnos de repente esa glaciación que tenemos anunciada para un futuro lejano…
Y sin embargo, la animadora decae a veces y pasa desapercibido para todos ese decaimiento porque no lo anuncia a bombo y platillo, porque le gustaría que alguien lo notara al igual que ella nota cuando alguien flojea. Y esto no quiere decir que no sea querida por todos los míos, ni apreciada por amistades y vecinos, yo sé que sí, pero son pocas las personas que se aperciben de algún cambio en mi sempiterno buen humor.
Disculpad esta efusión, que rápidamente corregiré porque mi papel es otro, recompondré mi estado de ánimo y saldré, como siempre, a la vida. A la representación en que se ha convertido la vida.
Carlota, leo tu texto y me siento totalmente identificada. Me sucede exactamente lo mismo que a tí.
Quien nos anima??? ..nosotras mismas, hemos de ser fuertes, no busques a nadie , y si lo anuncias se movilizarán de tal forma que te sentirás mal por haberlo hecho.
Un abrazo y adelante, te entiendo perfectamente. un beso
Muchas gracias, Wersemei, por este comentario tuyo. Aunque separadas por la distancia, consuela pensar que no se está sola en cuestiones como ésta. Alguien podría pensar lo de “mal de muchos…”, pero lo cierto es que sólo buscaba desahogo y comprensión y lo he encontrado en tu comentario.
De nuevo gracias y muchos besos.
Un beso y un gran abrazo para animarte, mi muy querida amiga espero darte fuerzas y ayudarte en este mundo infame del sentimiento, en el que nos desenvolvemos todos los humanos que usamos las letras como medio de expresión y que verdaderamente andamos siempre ocupados y no nos damos cuenta de animar a quien en verdad anima nuestras vidas.
Un beso muy grande Carlota.
Gracias, Kiowa, muchas gracias. Tus palabras de ánimo, como las de Wersemei, vienen a endulzar mis reflexiones de esta mañana, que no tenían un motivo en especial, pero que te pueden asaltar en cualquier momento.
Un abrazo, amigo.
Carlota voy a animarte diciendote que la vida sin duda alguna es un ida y vuelta, siempre encontraras al costado del camino, de la tristeza alguien que le de caricias a tu alma, dudas no tengo que sea así. Todos somos humanos sensibles al refugio, muchas veces refugiamos, otras veces somos escudo y otras veces necesitamos ser abrazados. Quizás ante una mirada de tanta contención las personas crean que todo siempre esta bien en tu vida (shhh me suele suceder a mi eso siempre) y como llevas la vida y sus circunstancias con altura creen que no sufres.
Entonces de una animadora a otra animadora allí va mi contención!!!!
Un abrazo
Te pareces a mi, al menos en eso. Yo suelo ser la alegría de la fiesta cuando estoy rodeado de mis amigos. Y la verdad es que a veces no notan cuando me siento mal, y la verdad no debería reprocharselos mucho, por que cuando vuelvo a verlos siempre me hacen sacar una sonrisa y no pensar en lo malo. Entonces me apoyo en alguien, un amigo que no solo sirva para una cosa determinada, sino para todo… y si no hay amigos de esos, la verdad es que en el fondo no hay nada. Pero siempre hay alguien que puede apoyarte. Un saludico
¿Quien va primero el huevo o la gallina? ¿Para dar hay que recibir? ¿Si un niño crece entre violencia, podrá dar amor? Muchas veces, uno da lo que uno recibe, habrán quien esté de acuerdo y otros en desacuerdo, pero aquí va. Cuesta mucho sacar los animos de uno mismo, cuando a nuestro alrededor no hay una fuente de fuerza y ánimo. Pero ¿Por que seguimos confiando en la gente? Confía en alguien que no te falle y que es una fuente inagotable, independientemente de cuales sean tus creencias, si es Dios, Alá, Jehová, en fin… Siempre hay un poder supremo. Un abrazo Carlota.
Gracias por tu comentario, Alumine. Como ya cargo unos cuantos años, me lo tengo dicho prácticamente todo, pero hay momentos de desaliento y eso es lo que pasó ayer. No es que sufra, pero sí que creo que estoy más pendiente de los demás que a la inversa. Y según se tenga el ánimo en ese momento, ya sabes lo que pasa.
Un abrazo.
Gracias, Ismael. La verdad es que tengo amigos con los que franquearme, pero todos tienen sus problemas… no me gusta añadir preocupaciones a nadie, además son cosas pasajeras que dependen del estado de ánimo en un momento puntual.
Gracias de nuevo por tu interés. No me has dicho si leíste el remake de “La lengua de los ojos” y qué te pareció. Supongo que no te gustó mucho…
Un saludo.
Bueno, Hacaria, muchas gracias por tu comentario de ánimo. Llevo muchos años apoyándome en mis creencias (que no son precisamente ortodoxas y que no se encuadran en ninguna religión, porque creo que si alguien las necesita pueden valer todas o no valer ninguna) pero sin olvidar que uno tiene que manejarse aquí, en la Tierra, con lo que tiene alrededor.
Muchas gracias de nuevo y un abrazo.
Carlota: me ha llegado al alma tu texto… porque muechas veces he sentido eso mismo yo. Cuando necesitamos ser animados después de estar continuamente animando a los demás a veces nos vemos desolados… pero anímate… sigue adelante… seguro que encuentras respuestas en seres humanos que te van a ayudar a animarte… o quizás eso espero,. Yo te animo desde Vorem porque eres una de las más animosas personas que hay por aquñi. Un besote amistoso.
Gracias, Diesel,tú siempre tan entrañable en tus comentarios. No estoy mal, es sólo que de vez en cuando me apetece gruñir un poco,y ayer fue un día de esos.
Por cierto, a continuación fuí a visitar la exposición de Rembrandt en el Prado y se me pasaron las ganas de gruñir.
Un abrazo.
Amiga Carlota, no sabes como te entiendo, a mi me pasa lo mismo, toda mi vida, mehe guardado los malos momentos, solo reflejandolos en estas páginas, pero soy esa persona que siempre está ahí y nunca tiene problemas, pues no pide ayuda nunca, amiga, considerame un bastón para tus malos momentos, y no dudes en llamarme, lloraremos juntas hasta reirnos de nosotras mismas, cuenta conmigo,muchiisimos besos
¿Que quien anima a la animadora? La animadora misma.
Si la gente a tu alrededor no puede sobrevivir sin que tu los animes, es problema de ellos. Dedícate tiempo a ti para estar de amargada un rato. Es muy sano.
Siempre he creído que aparentar estar siempre bien es mas dañino que estar siempre de jeta todo el tiempo. Si no andas de humor para animar al mundo, no hay bronca. Y tampoco se trata de poner un desplegado en el periódico. Si la gente a tu alrededor no percibe que andas decaída, esta muy mal acostumbrada. Hay que reeducarlos.
Tu deprímete a gusto.
Jajaja, gracias, me he reído mucho con tu comentario. Es genial.
Espero no tener que seguir tu consejo de deprimirme a gusto, quiero decir que preferiría que se pasara antes.
Gracias de nuevo, Villano, y un saludo.
Yo creo que esto es en parte un problema nuestro, a mí también me pasa, y es que la gente no es adivina y si siempre hemos tenido el rol de fuertes es con lo que se quedan, pero por eso Carlota pide ayuda, que no te haga sentir mal confiar en alguien y confesarle que no te encuentras bien.No es de débiles reconocer que estamos en un momento bajo y que como cualquier persona necesitamos un empujoncito a veces.Desde aquí te mando todo mi ánimo y adelante!! pero recuerda que todos tenemos momentos de debilidad, también tienes que dar la oportunidad a esas personas que has animado a que te devuelvan el favor no?
Un abrazo amiga
Gracias, Gema, tu comentario, como todos los tuyos, tan entrañable y válido.
Un abrazo.
Ánimo, Carlota. A veces, quienes somos fuertes, parece que no hiciera falta animarnos. Tal vez el truco está en decir abiertamente que necesitamos ese poco de atención que nos merecemos. Funciona. 😉
Ey! Si que te comente, pero lo siento, lo puse en los comentarios. Te lo puse en un mail. Bueno xao