Recuérdame

Si despiertas un día y ya no estoy aquí
para narrarte los cuentos de mis horas
recuérdame tan sólo un par de minutos
o tan sólo un par de segundos nada más.
Pero recuérdame simplemente como fuí.

Recuérdame tal como me notaste entre las olas
o tal como me sentiste en el desierto calcinante.
Recuérdame así, sin traje, sin piel, sin materia
y no como te dijeron los demás.

Recuérdame tan sólo como esencia
teñido del vegetal de las praderas
y siguiendo el curso de los ríos
empeñado siempre en ser metáfora.

Recuérdame sin nada, sin tiempo, sin espacio;
tan sólo recuérdame como en la fuente
donde bebimos besos de futuro incierto.
Y así, con el leve recuerdo de la atmósfera
alimentando las almas de capricho,
recuérdame sin más sentires que la lluvia
tan cercana en nuestro único camino.

Si despiertas un día y ya no estoy aquí
para contarte historias sin palabras
entonces dedícame tan sólo un par de silencios
si es que llegaste, en realidad, a conocerme.

Un comentario sobre “Recuérdame”

  1. Recuérdame tal como fuí, que grandes recuerdos tenemos cuando nos dejamos llevar por el más puro sentimiento, sin pensar en nada más…..sólo espíritus humanos unidos por emociones tan fuertes que jamás serán olvidados.

    Un saludo. Después de tanto tiempo, nunca me olvidé de mi rincón de libertad.
    Compañero, sensación que parece innata en la llamada sociedad moderna, todos tenemos la ilusión de mirarnos a los ojos y decubrir la ansiada fusión nuclear, y sin embargo, cada vez más egoístas nos volvemos.

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