Porque nada ni nadie cabe en tu mirada,
ni es digno de llamarte,
ni decir tu nombre.
Porque ser es tu meta
y existir…la de los demás.
Porque naciste para alcanzar la gloria,
mientras que el resto simplifica su mismidad.
Sé indiferente a la incesante llamada de la masa
y transforma tu deseo en el lema de tu vida:
porque los demás…son fortuitos,
mientras que tú eres imprescindible.