Senderismo (12)

Miércoles, 21 de mayo del año 2014 después de Jesucristo. Llego el primero a la puerta del Hogar y con muchas ganas de cantar a los cuatro vientos. Como he aprendido que lo mejor, para vivir sano del todo, es dar rienda suelta a nuestras emociones pues voy y canto a pleno pulmón: “¡¡Ellos nos piden que vayamos / todos y todas a votar / pero yo de este mentira / no voy a participar / entre engaño y engaño / nos quieren otra vez engañar / pero yo de esta mentira / no voy a participar!!”. Repito cuantas veces me dan ganas de repetirlo este cantar sincero… hasta que, una vez escuchado por los que caminan por la ciudad, van llegando los restantes compañeros de marcha y guardo silencio para saludarles mientras enciendo un “silverado”. Me encuentro desahogado después de mi sincero cantar. Saludos amistosos, buenos días, y a contarnos: somos una chica, cinco chicos y la fiel “Dobra”. Un total de 7 porque “Dobra” también se merece contar como miembro del grupo inteligente.

Ya puestos en marcha es muy emocionante e interesante saber algo de la vida de “Dobra”. Resulta que tiene 5 años y es murciana pero su pedigrí es de ocho generaciones de pura raza de perro pastor alemán. Se merece que le den la Medalla al Mérito Deportivo. Se lo merece mucho más que toda esa “jarca” de famosos deportistas que todo lo hacen por dinero. “Dobra” no. A “Dobra” le pasa lo mismo que a los que vamos con ella. Hacemos las marchas por amor al deporte y sin ganar ni un sólo céntimo por ello. Una vez que “Dobra” se siente querida y mimada por las caricias que se merece, viene con el grupo más contenta que unas castañuelas.

La chica nos sirve de “liebre” durante los 5 primeros kilómetros de ida (hasta llegar al túnel) donde, una vez cumplida su labor de “liebre”, se vuelve hacia el Hogar… pero los demás ya estamos lanzados para volver a repetir la hazaña de, todos agrupados y formando una piña y no como ocurre cuando viene Agustín que es de los que proclaman que “quién no pueda que se joda”, estamos demostrando lo que es caminar en armonía. Conversando de charlas y anécdotas varias llevamos un ritmo bastante alto pero sin caer en la trampa del agotamiento prematuro. Y como no tenemos prisa por conquistar el objetivo, vamos a una velocidad sostenida hasta que llegamos a la UMU, tocamos el famoso letrero de los 7 kilómetros e iniciamos el regreso al Hogar bajando un poco el ritmo porque ya han pasado las horas del “refresco” y el Lorenzo está apretando. Ante el ataque del Lorenzo, cerramos las filas, nos volvemos a agrupar en una piña cerrada y, de manera solidaria (para que aprenda Agustín qué es, en verdad, el Senderismo) vamos todos unidos hacia la Meta. Por el camino hemos sido educados con los ciclistas que observan cómo trabajamos en equipo y no de manera “suicida” porque los cinco chicos, y “Dobra”, tenemos la cabeza muy bien “amueblada”.

Al llegar de nuevo al Hogar hemos cumplido los 14 kilómetros desde la 8.40 hasta las 11,20. Hagan cuentas y sabrán cuánto tiempo hemos utilizado para cumplir, una vez más, como los mejores. Confieso que me duelen los pies aunque no estoy cansado. Me duelen los pies no porque haya hecho un esfuerzo grande sino que lo que pasa es que llevo zapatos “de calle” en lugar de zapatillas de deporte. Pero este “hándicap” no me preocupa demasiado aunque ya va siendo hora de calzar unas zapatillas cómodas y no estos zapatos que no son lo más apto para caminar por el duro asfalto y por los caminos pedregosos. Espero que el próximo miércoles ya calce unas zapatillas cómodas y adecuadas para las marchas. Me encuentro con Juan Tercero y recito: “Qué descansada vida / la del que huye de las urnas / y pasa la jornada dormida / olvidándonos de burlas / el domingo venidero / no voy a participar / pues solamente el dinero / les empuja a gobernar / Ni este domingo ni nunca / voy a ser parte del Sistema / y como no me interesa el tema / no participo en su busca. / Que me busquen en el café / donde estaré descansando / sin ser de los del paripé / pues no estaré votando. / Escribiré un Chivatazo / para no ser de la mentira / que sólo tira quien tira / los votos como un hachazo. / Como no quiero engaño / me abstengo de votaciones / para dar buenas lecciones / sin hacerle a nadie daño. Y fin de la marcha.

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