La vida ha ído pasando rozando mis sentimientos, llenándome de sueños que aspiraban a palpar un cuerpo o sentir el cálido beso cerrando los ojos. Todo transcurriía en ese juego de realidades, o mejor…de irrealidades, donde la verdad no se hacía presente y la mirada se detenía precipitada sobre cualquier rostro.
Desperté tan pronto como pude para buscar las manos reales, los besos reales, los sentimientos correspondidos. Desperté a formas que me parecieron las verdaderas…pero en cada una sólo encontré parte de la verdad: el Todo no estaba.