¿Que puedo hacer, si solo tengo palabras para ti? Palabras que se mecen desde mi alma a tu boca, abrigando los suspiros que se me escapan cuando te encuentro a faltar.
Acaricio cada idea de tocarte lenta y firmemente, tan delicada como lujuriosa. Paseo y divago imaginándome sobre tu cuerpo notando tu calor en las yemas de mis dedos, leyendo tu piel en braile.
Palabras que describen como mirarte a medias con los ojos huidizos enterrada en timidez, pero ardiendo en ansias desbocadas de arrancarte la ropa sin tocarte si quiera. Palabras a medias y palabras enteras.
Tus labios, mis dedos, tus ojos. Respiro. Tu mano en mi nuca escondida por la melena que resbala por mis hombros. Me acero, me agarras y te susurro que no voy a tener compasión contigo. Es eléctrico…
Me inclino sobre ti, forzándote a tumbarte. Te respiro, me desatas. Y en tu cuello siembro besos con aroma de licor, dulces pero intensos, notando como se te eriza el bello.
Salivo, trago aire y te aprieto. Me haces odiarte por el deseo que despiertas en mi, y te beso. Y me besas. Y lo lento ahora es brusco, lo delicado salvaje.
Me derramo en ti, te inundas en mi. Nos hacemos daño, y de que manera. Duro. Acaricio tu cara mientras me miras tan de cerca. No puedo evitarlo y grito cuando me muerdes.
Palabras que palpitan, palabras que se ruborizan al ser leídas. Palabras que no diré jamás por que son innombrables. Palabras que no lees, palabras que no oyes.
¿Que puedo hacer, si solo tengo palabras para enamorarte?
Un comentario sobre “solo palabras”
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Y pensar que las palabras pueden convertirnos en amantes de la Eternidad…
Un saludo amistoso, sincero y leal.