Son cosas que pasan

Llevo retomando una parte de mi vida que dejé atrás hace tiempo y no puedo evitar que me guste. Echaba tanto de menos esos días que nos pasábamos los dos tomado copas en cualquier bar, y comentando nuestros deseos, nuestras penas, nuestras alegrías y nuestras ideas. Repasando una por una casa cosa, y obteniendo respuestas a las dudas de cada uno. No puedo evitarlo, echaba de menos esos ratos de Bourbon y Rock & Roll y ese rubio mezclado con rubias y bytes en una casa cualquiera. Esas risas comentando las jugadas de las chicas del drugstore que tanto nos miraban, o creíamos que nos miraban y se marchaban con otro tipo. Joder, son tantas cosas que, a pesar de tu salvaje número de pájaros en la cabeza y de tu estupidez benigna, echaba mucho de menos.
Me alegro de no haberme equivocado y ver que, aunque poco, has empezado a desalojar gorriones de tu sesera. Ahora me preocupa que todas esas ideas de antes y de hoy, se larguen en lo que te dura un Nestea. Recuerda siempre de dónde vienes, y mantén tu Norte firme, porque puede ser que no te encuentres.
Gracias.

2 comentarios sobre “Son cosas que pasan”

  1. Gracias a ti, espero seguir madurando cada día sin olvidar de dónde vengo. Procuraré dejar los suficientes gorriones como para que me lo recuerden que sin ellos no soy nada…

    Espero también que parte de el destino que nos espera se sigua decidiendo por las noches en cualquier bar entre cigarrillos, risas, bourbon y Rock & Roll, o en casa de cualquiera entre bytes, humo y cervezas.

    Encantado de ser un perderdor a veces, aunque sólo sea por esos momentos. Todo un placer, Stoniano compañero 🙂 (y amigo)

    Un abrazo.

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