Sorpresa gitana

A la sombra de la luna
los carros avanzan
y se lanzan
a la ventura
guiados todos
por un farol

El río riela
por los olivares
y sus cantares
son de charol
acompañados
de palmas,
jaleares
y un farol.

Están cenando
los gitanillos
zaranganillos
con coliflor.

¿Quién es la niña
que baila tanto?.
Es la amante
que está sin amor.
Algún tunante
le da dolor.

El taranto
ya se desgrana
en la voz amarga
del cantaor.

Junto al ferrocarril…
rueda la escena
bajo un candil
Toda la tribu
baila que baila
y taconean
con frenesí.

Los churumbeles
duermen su sueño
pues es abril
y el tiempo fresco
hace dormir.

Los ojos rasgados
de una morena
el corazón desangra
de un asistente
que vive y muere
en el aguardiente
para olvidarla
hasta la muerte.

La noche palpita
con las estrellas
que vistas de abajo
son mil doncellas…
!y los gitanos enamorados
de las más bellas!…

Tierras leonesa
son las que pisan.
Por eso bailan
con tanta prisa
y el cierzo sopla
junto a la brisa.

Son los gitanos
seres humanos
y cuando cantan
se hacen hermanos
de la madrugada…
y juntas las manos
dan vueltas y vueltas
entre los carros…
la manada
que va al mercado
todos los días
hoy no se duerme
en la alquería.

Bajo el cielo
azul turquesa
un cante jondo
sobre la mesa.
Hay flores rojas
y un jarro hondo.

Jacas negras
con los gitanos
y luna llena
sobre geranios.

Sigue la fiesta
de los gitanos.

De caminar vienen
mas no están cansados.
Estos seres vivos
son muy humanos.

Un caballo
da breves brincos
como un enano
y lanza relinchos.

Cantan sus penas
mas no se odian;
solo que a veces
ellos parodian.

La niña que baila
roompe en un llanto
pero nadie sabe
su triste canto.

Entonces resurge
junto a la nena
un gitanillo
que ve su pena
y toma la mano
bella y morena.

Y en medio
de aquella noche
la besa en los labios
y la transforma…

!Es chica nueva
con feliz promesa
de que este verano
la hará su esposa!.

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