La vida es el Mar, o la Mar…
Agua, extensión prolífica que se expande,
inercia de las mareas, despertares y sueños,
arenas e islas, donde se esconde la Verdad.
El verso es verbo que llama a la gaviota por su justo nombre
y argumenta razones que el corazón rechaza.
¡Ítaka es la luz, el Alma que habita entre naranjos!
Se desborda el paso presuroso de quien espera
y el horizonte azul se desvanece entre la tarde.
Más allá, Ítaka es el centro primordial, el origen mismo,
donde derpertar es recobrar la caricia y el paisaje.
La Vida es el Mar, o la Mar…
Profecía que se cumple entre palmeras y mirtos.
Un comentario sobre “Ítaka”
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A pesar de lo cansada que me siento últimamente, y de lo dificil que se me hace todo, el haber leido tus últimas palabras ha sido como un golpe de viento frio, limpio, un aliento extra.
El Mar, el espacio ilimitado, el azul profundo.
Mi libertad soñada, mi razón de ser.
Inmenso, tán bonito como tus versos.
Gracias.
R.