Teresita (para T.G.)

Me llamas para decirme que te has divorciado y quieres mantener una conversación para recordar aquel tiempo que se quedó allá, atrás, sin respuesta… tú, que ahora necesitas respuestas para tu futuro.

Teresita: !éramos muy niños entonces!. Soñábamos con metas que créíamos iguales… pero la verdad es que la vida es una incógnita impredecible que los seres humanos vivimos en los caminos llenos de sorpresas.

!Éramos muy nlños entonces, Teresita!. Por eso nuestro sueño se desveló muy diferente al que teníamos pensado. Tú siempre te quedabas sentada al borde de la costa soñando con una especie de nostalgia retratada en tus dulces ojos azules. Yo, sin embargo, me aventuraba un poco más allá de tu mirada. Fue cuando comprendimos que a tí te daba miedo. mucho miedo, mi bohemia y yo no podía adentrar tus dulces ojos azules, demasiado azules, en lo rojo de mi alma.

Fue cuando descubriste que yo buscaba ansiosamente a mi Gaviota Roja y tú deseabas entrar en el glamour de los esplendores.

Recuerdo que nos separamos en el pequeño pueblo granadino de Calahonda. Tú te fuiste hacia el glamour de Marbella y yo seguí buscando… buscando…

Cuando me invitaste a tu boda fue señal de que seguíamos siendo grandes amigos. Y te vi te feliz. Después no sé que te pasó… pero tus dulces ojos azules, muy azules, se volvieron rápidamente en duros ojos grises. Y me dices ahora que te equivocaste. No, Teresita. No te equivocaste… pero no pudiste soportar la eterna compañía de un hombre siempre vestido con flamantes trajes de último modelo y corbatas esplendorosas. Eso fue.

¿Y qué de ti, Diesel?, me preguntas. Soy feliz, Teresita. Buscando… buscando siempre en la bohemia… encontré por fin a mi Gaviota Roja. Me dices que tú tienes dos hijos y yo también tengo dos niñas hermosas.

Bien, Teresita. Hablaremos siempre de los tiempos en que los dos éramos demasiado niños. Y no te preocupes ni llores más. Te has divorciado. Bien. Te casaste demasiado niña con el glamour de Marbella y ahora estás cansada y harta de las simulaciones. No te preocupes. Estoy seguro de que ahora volverán a ser tus ojos dulces y muy azules y pronto encontrarás al que de verdad habrás amado siempre.

Yo sigo adelante con mi caminar.

3 comentarios sobre “Teresita (para T.G.)”

  1. éramos muy niños entonces… pero que frase, me caló.
    que cohincidencia no? justo he venido despertando y he tenido un sueño que me ha dejado perturbada… creo que es momento de pensar y de interiorizar eso “éramos muy niños entonces”…. sobretodo yo.
    Gracias.

    Un abrazo y que bien que hayas encontrado a tu gaviota… creo que tb encontré al mío, pero a veces las dudas asaltan cuando han quedado cosas en el pasado sin resolver.

  2. !Hola Yopis!. !Cuánto me alegro verte de nuevo para acá!. Muchas veces pensaba “¿dónde estará con lo bien que escrivía?. Me referçia a ti Yo`pis cuando pensaba eso. Con algunos amigos y amigas hablabámos de tu especial literatura y… !hola!… te veo de nuevo por acá. Éramos muy niños y seguimos… ¿hacia dónde?… hacia una niñez un poco más adulta. Un besote sano y amistoso Yopis.

  3. Donde `puse “ewcrivía” quise decir “escribía”… jejejeje… y de pa so Yopis decirte que !cuánto me alegraría volver a ver de nuevo textos tuyos!. Un beso a tu querida patria (Chile).

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