Tríptico

Sin título

Sabía que te hallabas en ese bosque de figuras vacías, que se desplazaban sin sentido alguno, por los espacios vastos de aquél piso cubierto de espinas metálicas. Bajo la luz artificial permanente, de las bóvedas inmensas, aprendí a identificar cada gesto incipiente de dolor, de esos maniquíes, apenas expresivos. Así reconocí los tuyos propios. Una ocasión que el azar, en tales mudas corrientes de siluetas, te trajo a mi cercanía, intenté hablarte, pero justo en eso, las púas del suelo laceraron mis pies descalzos. Cuando me recuperé por fin, la configuración de las blancas siluetas era otra de nuevo. Y en aquella dimensión clausurada, ya nunca pude volver a hallarte. Y luego, no mucho después, yo mismo me extravié.

***

Ardilla

YO te observé atrayendo de nuevo a la ardillita, con una cáscara de naranja, para luego arrojarla con un brutal puntapié entre risas insidiosas. TÚ luego, durante la ronda nocturna por el parque, no te reías igual, cuando me viste descender hacia ti, desde aquél álamo frondoso. EL agujero de mi nido seguramente te pareció aterrador: los llamados agudos de mis crías al verme llegar arrastrándote, quizás no te fueron muy agradables, aunque tus propios alaridos tal vez te impidieron oír, alguna otra cosa. NOSOTROS roímos dulcemente tu carne: la de tu rostro despacio, yo; mis crías tus entrañas con ansioso deleite. (Tus estertores no molestaban nada, más bien eran como un aliciente). USTEDES de seguro ya estaban en busca de su compañero desaparecido, inspeccionando el parque completo. ELLOS, al descender por la alcantarilla, dieron por fin con él y con nosotros. Cuando me arrastré hasta los boquiabiertos uniformados, tan dócilmente, entre jeringas inservibles, y envases vacíos de solvente; cuando fui hacia ellos dando quedos chillidos, ya no me dieron puntapiés. (A mis espaldas encorvadas, las crías gemían frenéticas, por más alimento).

***

Ecos

…no se cuanto estuve encerrado en aquél cuarto oscuro poblado de ecos. Periódicamente me rociaban con luces extrañas y líquidos de raro sabor. En algún momento abrieron una zona de la celda. Entonces me asomé: sólo había allí un horizonte de sombras, y las quietas olas de un mar metálico. Salí. Anduve vagando sobre las aguas durante mucho, mucho tiempo. Hasta que el tedio me sofocó hasta la muerte…
Entonces pensé en ti.

Copyright © Jesús Ademir Morales Rojas. Todos los derechos reservados.

6 comentarios sobre “Tríptico”

  1. ¡Qué mareo de conceptos! Casi que algunas líneas las he tenido que leer dos veces por que no me enteraba. Y nisiquiera expones pensamientos dificultosos, solo descripciones algo pegadas y en retahíla. No veo nada de extraordinario en tus escritos y sin embargo albergas un gran conocimiento de palabras… creo que a veces es mejor ser sencillo con las palabras y crear un gran texto con ellas no crees?
    ¡Por lo que viene del Copyright no te preocupes, no creo que nadie aqui te robe nada de tu propia cosecha!, no por nada. Un saludo

  2. Gracias Ismael por tus comentarios. Soy nuevo aquí y llevo la costumbre de otros sitios en donde anduve, no es desconfianza ni descortesia lo de los derechos reservados.
    Por supuesto que en adelante lo omitiré.
    Aparte te comento que será un gusto compartir contigo y los demás sus trabajos en esta nueva casa.

    Gracias de nuevo y saludos

  3. Yo no he tenido el mismo problema que Ismael con los conceptos. Para mí, lo malo es que los tres esbozos me han resultado inquietantes (supongo que es eso lo que perseguías).
    Efectivamente, tu vocabulario es muy amplio, muy preciso además. Es un descanso además leer textos tan correctos desde el punto de vista gramatical.

  4. Texto interlineado. Yo in terpreto una especie de búsqueda hacia algo sólido y eficiente pero hay un primer desencuentros (primera parte del tríptico) que después se ve desplazados (en los dostrípticos siguientes) hacia unos espacios que los presentas con bastante clandestinidad de abstracción buscada. El misterios de las palabras hacen esforzarse en su interpretación. Es muy buena la propuesta y quizá un poco difícil de seguir… pero hay una apertura muy amplia para el complemento interpretativo de cada lector.

  5. Hay que entender el texto partiendo del título lo introduce:
    Es un tríptico y, como cuando despliegas el tres las diferentes páginas o partes, hay tres escenas de temática común, pero, no por ello, deben tener continuidad y la coherencia de un sólo texto, ya que se trata de tres textos distintos.

    La narración en un “torrente de la conciencia” (creo que se dice así)al estilo de “Ulysses” de James Joyce, es muy original , casi onírica, y transmite desazón, extrañamiento.

    Mi aplauso por un texto fuera de lo común.

    PS. El copyright no está de más. No tienes porqué disculparte.

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