Me invitó, años ha, mi entonces amiga y compañera Mercedes a una sesión de ouija… osease el vaso hablador que parece estar comunicado con genios del más allá, fantasmas de seres ya muertos que deciden comunicarse con los vivos a través de los dedos que ¡empujan! ¡y vaya que empujan! a los vasos a ir de una letra a otra como ruleta de la feria de las vanidades. ¡Y pensar que quien tiene un poco de luces en su cerebro se da cuenta enseguida de que los muertos no pueden ni hablar ni decir tan siquiera pío pío de ninguna manera imaginable o inimaginable, Bueno… pues hay personas que ni por esas… ¡aún se creen que los muertos hablan a través de vasos que buenos son para el vino, la cerveza o si quieres la cocacola… pero nunca para voces de ultratumba.
Pero… ¡cómo hacérselo convencer a la ingenua Mercedes que sólo es una ígnora (¡que bien me queda esto de escribir ígnora) atrapada en las telarañas de lo paranoico que ella llama paranormal… ¡no tan para normal sino para faltos de lo normal!. El asunto es ir con ella a ver que se puede hacer…
Empieza la sesión dirigida por un tipo cadavérico con cara de chivo… pues tiene una perita de grises pelos alrededor de la barbilla que más parece un Gustavo Adolfo Bécquer venido a menos que un director de cacofonías como se hace llamar.El caso es que a Andrés, que nos acompaña esta tarde (hace ya varios años de esta estrafalaria tarde) le asquea el Chivo de Perilla a lo Bécquer Desahuciado (Volverán las oscuras golondrinas de tu balcón sus nidos a colgar pero aquellas que ya se murieron esas no volverán… ni con vaso a lo ouija ni con vaso a lo pacharán). Andrés decide ¡y muy bien hecho lo que hizo! quedarse en la salita de al lado leyendo un comic de Mortadelo y Filemón. ¡Eso que ganó Andrés y eso que nos perdimos los demás! Porque la sesión fue un verdadero timo de la estampida… y digo estampida porque aquello terminó como el rosario de la aurora (por no decir el Rosario de mi abuela Aurora que en paz descanse)
El caso es que al principio nadie conseguía que el dichoso vaso se moviese pero de pronto ¡yo creo que el Chivo a lo Bécquer Descompuesto era el que más pujaba y empujaba como si para dar a parto estuviese! aquello empezó a moverse de un lado para otro sin sentido y a lo tuntún… hasta que todos se mosquearon y dijeron que estaban empujando más de uno y más de dos… Yo, cansado de tanto esperar palabras de “espíritus” decidí levantarme e irme con Andrés… a leer a Mortadelo y Filemón Agencia de Información y después irnos a tomar unas cervecillas al bar de enfrente… hasta que a los de la ouija se les pasase el mal rollo que tenían.
Al volver a la casa ya entrada la noche tenían un zipizape de aquí te espero. Unos decían que sí que habían hablado algunos espíritus (hablaban hasta de un marinero que se había ahogado en el siglo XVIII y que q1ería contar un secreto que debía ser que bestaba haciendo aguas ose aque murió al hacer pis en el océano y caer en él o digo yo que algún asunto de eso sería). ¡Dios mío que fantasía romanista tiene este Chivo Bécquer del volverán las palabra del amor en tus oídos de nuevo a sonar pero aquellas que te decía el novio ya muerto en la guerra esas… ¡ten por seguro!… ¡no volverán!. El caso es que otros más despiertos digo yo (lamentablemente Mercedes no se cuenta entre estos) decían que no que aquello era una simple barahúnda de un vaso yendo de un lado para otro sin orden y sin sentido y que las palabras anotadas eran por ejemplo… SXCRTEGB o GBESTIGGFY o CAMPSA (que es una compañía de petróleo que salió porque ya salía hasta petróleo de unas cabezas “campsadas” de tantas horas viendo al vaso ir de un lugar a otro (a veces atropellaba a las palabras y las mandaba a hacer puñetas) sin más sentido que un tonto en un campo de bellotas.
Lamentablemente no se convenció Mercedes de la bobada aquella y siguió con sus especulaciones de la ouija. Yo sin embargo os digo no perdáis el tiempo ni para tomároslo a risa. Es una bobada que afecta a las mentes débiles e ingenuas y por supuesto que se desatan los nervios y terminan todos enfadados e insultándose… sin ningún espiritu de muerto por medio. ¡Uy!… jajaja… es mejor tomarlo a risa y yo, por mi parte, ni volví ni volveré a ser parte ni activa ni pasiva de tal majadería.
Mi reflexión es la siguientes: Hay que tener miedo a los vivos y no a los muertos. Los muertos como mi abuela Aurora ni dicen ni hacen nada… pero los vivos como este Chivo a lo Bécquer Estriñido hacen y dicen cosas que a las mentes ingenuas y débiles como la de Mercedes las terminan por convertir en polvo. Cosa seria por otro lado porque cómo terminó Mercedes es mejor no contarlo ahora. En resumen la ouija es un entretenimiento absurdo que puede terminar mal… muy mal… si te lo tomas en serio. Por eso… ¡Uy!… ¡Ja,jaja!…Fin de Fiesta y pasa olímpicamente de jugar a ella. Es mucho mejor escuchar la voz de mi vecinita Blanca cantando a pleno pulmón mientras faena en su casa que estar perdiendo el tiempo anotando cuchufletadas que traduce el Chivo a lo Bécquer Descafeinado.
NOTA PARA NOELIAF: ¿Comprrendes ahora por qúé Sancho no podía comunicar contigo?.
Te lo pasas en grande compañero, haces bien, un beso
¡Muy divertida la crónica, Diesel! De verdad que sí.