Ví que el árbol existía…

Ví que el árbol existía
dejando huella contada en la historia
del cauce blanco de su sed.
Arriba, en el espacio de la incógnita rama,
un pájaro iniciaba su fulgor
y lo explícito de todas las causas
sobrevolaba aéreo el escenario
imponiendo su verde mensaje.

La sombra del árbol se alargó
haciendo maravillosa su libertad.
A los pies del abeto de la tarde
suavemente se extendió lo íntimo
de la nube en el cielo reflejada
y el rumor de todos los sueños
trajo miles de palabras a la vida
en este espacio de sitio enarbolado.

2 comentarios sobre “Ví que el árbol existía…”

  1. Al pie del árbol que transcriben en tu bello poema veo yo circular la vida que sube sube y sube hasta engarzarse en ese rumor celeste donde se destaca el fulgor del pájaro. me gusta la escena. me gusta ese ramaje verde enarbolado con tuspalabras sobrevolando el rumor de los sueños. un beso…

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