Hay gotas colgando de la ventana
que da su vista al jardín.
Observo un jazmín.
Queda en el centro de la almohada
la huella de tu carmín.
¿Vendrás mañana?.
¿Es esto el fin?.
¿O es que tendré que dormir
hasta la nueva alborada
por ver si deseas venir?.
Esta hora becqueriana
se me convierte en sinfín
mientras late ya mi alma
soñando con el perfil
de esa tu boca encarnada
en la que quiero morir.