Han comenzado las hojas su suave relevo. Es tiempo de habitar en el silencio roto de las trochas y los caminos del bosque. Nada es silencio. Un inmenso plátano de sombra precipita sus pieles contra el suelo y los musgos huelen a humedad de invierno y tiempos de oscuridad presente.
Amigo Diesel…como el otoño me aventuro en los quehaceres de muchas horas de interminables trabajos. Comienzo a sentir ese leve cansancio que el otoño nos regala y me tomo unas pequeñas vacaciones, porque la vida requiere frenar los caballos de la ansiedad y del stres. agradezco mucho tus palabras. Han caído como hermosas hojas de arce americano; esas que van tornándose de colores, como una paleta que tiende al rojo…que curiosamente es el color de su final, de su eterna muerte anunciada. Gracias sin mas. Regresaré entre los frutos de los madroños, entre las recias sabinas y trataré de ver de cerca la inmensa soledad de la enfermedad y el dolor, constantes obligadas para ser humano. Un saludo.