Comienzas suspirando por comerte un chicle. Nunca te lo comes ni te lo tragas, porque siempre te han dicho que se pega a los intestinos. Mascas y mascas haciendo de tu mandíbula inferior una suerte de lenguaje animal reiterado. Para cierto sector de estudiosos americanos,e l masticar te permite mantener la atención más viva. es un proceso rumiente que sólo alcanza a ser inteligente cuando soplas y se infla un globo….aquí demuestras tu inmenso progreso creador, porque tienes al mundo pensiende de tu boca y de tus labios. Es inevitable intentar que sea enorme, casi infinito…hasta que su resistencia llega al límite y por pura física de la resitencia del material regresa a ti atrapándote. Ahora…¿Qué podemos hacer? Imagina que cubre toda tu cara y toda tu cabeza. Has querido ser inmensamente poderoso o poderosa….y al final, la respuesta a tu acción es formar parte de la viscosidad de tu propio ejercicio.
Un comentario sobre “Virtudes del caucho”
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Me imagino a todos metidos en un enorme y especie “saco de dormir” hecho de chicle. Es verdad, siempre me dijeron que no me lo tragara, aunque de pequeña, más de una vez lo hice. ¿Estamos más atentos mientras mascamos?. Hombre,es toda una labor lograr que el globo no explote.
Muy curiosón tu comentario.
Un beso.