!He aquí La Bohemia!. La que adorna el Arte con la metafísica de las ilusiones. Es ella la que produce; la que emplea; la que busca un mundo mejor; la que engendra vida; la paciencia de una mujer. Ella es La Bohemia.
!He aquí La Bohemia!. La que bebe leche de las estrellas para ofecerle a la Luna sus versos más apasionados y sus cuentos más sentidos. Su escritura es la propia del Bien.
!He aquí La Bohemia!. La que nos socorre; la que nos hace evolucionar hacia el futuro; la que se inicia dentro del alma; la que, con ternura, se expande por los cinco continentes de la Tierra y… aún más… por este pequeño rincón llamado Universo. La que se desparrama por las tierras, los mares y los cielos. La Bohemia del Bien.
!He aquí La Bohemia!. La que no necesita agujeros negros para sobrevivir; la que no necesita de leyes obsoletas y vetustas; la que siempre nos hace sonreir; la que salta las barreras físicas para hacer que se conviertan en humanas.
!He aquí La Bohemia!. La que siente y sufre el dolor en silencio porque está al lado de los pobres, de los desvalidos, de los abandonados, de los que tuvieron que emigrar con lágrimas en los ojos. La que es clara y juvenil. La que escribe versos y toma un vaso de vino y lo transforma en eco de la vida. !Es La Bohemia del Bien!.
!He aquí La Bohemia!. Aquella con la que Dios sonríe cuando dice: “Quien no sea como uno des estos mis pequeñitos no entrará en el Reino de los Cielos”.
!He aquí La Bohemia!. La Bohemia de la luna bruna malagueña… la que pasa, como un suspiro o como una estrella de luz fugaz por los campos de los bandoleros con su guitarra en la bandolera. Es La Bohemia que busca cigarras y saltamontes porque está cansada del trabajo de las hormigas y de vivir en el agujero de los escarabajos.
!He aquí la Bohemia!. La de la Mariposa Encantada y la Frontera sin Límites, la de la Última Frontera y la que se centra en el Ecuador de nuestros corazones. La que ama sin rencor ni odio ni ira. La que es tarda para el enfado y rápida para el perdón. He aquí La Bohemia que vive en ese pequeño rincón de las casas donde residen seres solitarios de cualquier edad.
!He aquí La Bohemia!. La que no sabe de falsas vivezas; ni de racismos; ni de xenofobias; ni de machismos; ni de violencias (de género o de otros motivos). La que nada quiere saber de la homosexualidad ni el lesbianismo porque son temas que no le interesan para nada. La que se vive en plena verdadera libertad pero no en libertinaje ni en falso libre albedrío. La que conjuga el verbo Amar con su guitarra al hombro y un sencillo equipaje repleto de canciones y poesías. La que está en contra del aborto de los sueños infantiles.
!He aquí La Bohemia!. La del Nunca Morir… la de los hombres y mujeres libres que no siguen el impuro egoísmo de la actualidad mundial. He aquí La Bohemia de cada noche vivida bajo las estrellas, con una simple manta para protegerse del frío invernal en la Sierra de Cazorla soñando con la Eternidad.
!He aquí La Bohemia!. Sin máscara. Sin careta. Sin doble ni triple moral. Así. Simplemente así. Con la cara limpia y al descubierto porque nunca usa capuchones de la cobardía. He aqúí La Bohemia que nunca engaña. La que da vida y no mata; la que da luz a los ciegos en la oscuridad de la calle Nocturna. La que cuando dice sí es sí y cuando dice no es no.
!He aquí la Bohemia!. La que nunca jura en falso y siempre está preparada para superar las barreras viajando por los valles, las campiñas, las aldeas, los villorrios, las riberas de los rios… y entra en las grandes ciudades con La Carreta llena de objetos para vender dignamente y por el precio justo. La Bohemia de los altamares. La Bohemia del cantautor, del verdadero cantautor de las Verdades de Dios y que, a su vez, reparte el Milagro del Amor proveniente de Jesucristo.
!He aquí La Bohemia!. La que se permite respetar a los errados, la que no tiene engaño alguno, la que dibuja pequeños símbolos en servilletas de papel de los humildes bares y tascas en donde los borrachos caen al suelo desplomados. La que esculpe estatuas de mujeres vivas y de las vidas de la imaginación. ¿Y quién fue quién dijo que la Imaginación no es una Realidad?. Es La Bohemia de hombres como Antonio Machado (por citar sólo a uno) cuando dijo “La mentira manifiesta falta de imaginación, la verdad siempre se inventa cuando habla el corazón”.
!He aquí La Bohemia!. La que brinda sus versos al viento y los deja colgados de los almendros en flor para que Greta los lea y los comprenda y sepa que son Verdad. No. No es La Bohemia de los borrachos piratas hartos de beber ron, ni La Bohemia de los corsarios sanguinarios, ni La Bohemia de esos bucaneros que lanzan a sus víctimas inocentes al agua de los tiburones. Es La Bohemia de la Bondad y nada tiene que ver con los asaltantes y salteadores de los caminos quitando la bolsa de dinero a los inocentes. Es la Bohemia de la Paz porque ella misma es la Paz.
!He aquí la Bohemia!. La que se escucha en la música mozartiana, chopiniana, beethoviana y de Schumann. La Bohemia que sonríe y llora cuando tiene que llorar.
!He aquí la Bohemia!. La de Ariadna en el laberinto; la que sale de dicho laberinto humano para convertirse en pentagrama musical de mil y un colores.
!He aquí La Bohemia!. La del Arco Iris del Señor y no la del judío. La que surge de lo alto de los cielos y forma en la atmósfera humana un hábitat de conciencia. La que pasea por los jardines del paraíso llamado tierra, del paraíso llamado mar y del paraíso llamado cielo.
!He aquí la Bohemia!. La de acento universal porque no sabe de diferencias de lenguajes. La Bohemia que sólo usa el lenguaje del Amor y de la Dignidad Humana. La que vive en los humildes cafetines y cantinas hablando con los gorriones, las alondras, los jilgueros, las gaviotas… con todas las aves excepto los buitres carroñeros y los cuervos.
!He aquí La Bohemia!. La del acento universal de tanto recorrer mundos externos e internos. La de los humildes petirrojos y picaflores, la de la Rosa y el Clavel. He aquí La Bohemia de las palomas blancas y la de los árboles en flor.
!He aquí La Bohemia!. La que canta canciones desde el centro de su alma y las regala a los transeúntes sin necesidad de pedir ningún dinero a cambio sino sólo una sonrisa. La Bohemia de la Bondad. La que tiene por bandera un suspiro sentimental y como escudo un sueño interminable.
!He aquí La Bohemia!. La que atraviesa las arterias de las grandes ciudades, las callejuelas estrechas de las aldeas anónimas, las calles enlodadas de los pueblos anegados por las riadas inclementes. La que es sólo un sueño interminable.
!He aquí La Bohemia!. La Buena Bohemia del Arte. La verdadera Bohemia. La infinita Bohemia del Bien. La Bohemia sin falsedad alguna porque es, sencillamente, La Bohemia de Jesucristo.