Volverán las etéreas golondrinas
sus caminos de amor a señalar
y las amistades, alegres peregrinas,
de nuevo en nuestras almas anidarán.
Volverán las humildes margaritas
en los campos soleados a brillar
y, compañeras del abrazo y de las vidas,
sus pétalos de nuevo se abrirán.
Volverán los humanos por la esquina
del futuro llamado fraternidad
y todos juntos, con canción divina,
las manos unos a otrso asirán.
Y volverán a tus labios las sonrisas
y en tus ojos las luces brillarán
porque ya, sin pausas y entre risas,
tus esperanzas de pronto nacerán.