Y en llegando (Relato de Terror y Misterio)

Y en llegando preguntóse a sí mesmo.

– ¿Habré llegado?

Abrierónse los sus ojos y exclamó.

– ¡Albricias!

Y en picando espuelas adentróse en el bosquecillo presuroso y pensaroso.

– Habremos de en llegar hasta donde allende los confines de la diosa Fortuna.

Por fortuna era solamente un solitario; de esos del hablar poco pero del hacer mucho… ansí que en divisando la alquería forzó el ya cansado paso del jumento y, a las muy pocas millas, entróse con su rostro pálido del poco comer y el espanto reflejóse en los sus ojos.

– ¡Válgame Dios! ¿Qué tétrico espectáculo es éste?

De la techumbre del muladar colgaban, rígidos como bastas estacas, los cuerpos de los dos infortunado amantes.

– ¡¡¡JAJAJAJAJA!!! ¡¡¡JAJAJAJAJA!!! ¡¡¡JAJAJAJAJA!!!

Asustóse de tal manera el noble bruto “Brazomonte” que, encabritado al igual que una galerna salvaje, relinchó a los cuatro vientos y, derribando al caballero “Descifrar”, soltó tal dos grandes coces, a la buena de Dios, que pegarónle en el pecho al monstruoso personaje el cual, por esos disparates del Destino, fuése a estrellar contra el muro de sus lamentaciones abriéndose en dos mitades la suya cabeza.

– ¡Pardiez que parece cosa del Demonio!

– Por favor, caballero…

– “Descifrar”. Me llaman “Descifrar” porque suelo pasarme las horas del asueto, superado ya el trajín de las faenas, dando solución a los entuertos. ¡Y a fe mía que ha dejado usted bien tuertos a estos dos que cuelgan como badajos de campanario! ¡Hacedme la merced de esperar a que me levante, me limpie los faldillones de caballero, y os atienda si es que tenéis bastante entendimiento!

Los dos amantes mostraban las cuencas de los sus ojos vacías por completo.

– Caballero “Descifrar”… os ruego que me escuchéis antes de mal juzgarme…

– No sería yo un grande caballero si en vez de escucharos atentamente os cortara, ahora mesmo, el guiñote con mi afilado cuchillo de abrir en canal a los cerdos.

Unos extraños gruñidos se oyeron al otro lado del muro de las lamentaciones donde el gigantesco y fantasmal ogro que estaba a punto de fallecer.

– ¡¡¡OINKKKKK!!! ¡¡¡OINKKKKK!!! ¡¡¡OINKKKKK!!!

– ¡Son los cerdos, caballero, son los cerdos!

– ¿Quiénes son los cerdos? ¿Esas dos almas perdidas o vos mismo acompañado de vuesa conciencia?

– Debéis escucharme antes de irme de este mundo cruel.

– ¿Mundo cruel decís? ¿Por qué llamáis mundo cruel cuando vos sois más cruel que el mundo?

– No es llegada la hora de discutir, caballero, por cosas tan simples pues ya véis que me estoy yendo…

– ¡Hablad pues!

– Naciera yo en la aldehuela de Somormujo, muy cercana al poblacho de Las Liendres, y en el mesmo tiempo de parir la mía madre me maldijo afirmando que yo había nacido como piojo en costura.

– ¿Y qué dijo vuestro excelso padre?

– Ni la mía madre supo jamás quien fuera o fuese.

– ¡Dejáos ya de zarandajas y palabrería de antaño, pues hogaño es otro año, y enzarzillar vuestra mesma hestoria que a fuer de ser buen caballero he yo de encontrar salida propia! Así que aligerad el relato e id directo al grano dejando la paja para los burros.
– Permitid que al menos os narre cómo sucedió el suceso.
– ¿De qué suceso me habláis, felón canalla?
– De que ella, esa hermosura que veis ahí colgando de la viga me engañaba con ese villano que también cuelga de la mesma viga.

– ¿Y en sabiendo que os engañaba no os distéis jamás cuenta alguna o tal vez ligera sospecha de que sois tan brutalmente feo que hasta los jumentos os cocean de lo bárbaro que soís? ¿Que se hicieron de los sus cuatro ojos?
– ¡Meted mano en el bolsillo derecho de mi gabán, valiente caballero!

En metiendo la mano allí donde debiera haberla metido antes, el gran aventurero “Descifrar” extrajo los cuatro ojos todavía sanguinolentos y los arrojó, con total repugnania, hasta el fuego que crepitaba en medio del pesebre y consumiéronse en un solo minuto.

– ¡¡¡JAJAJAJAJA!!! ¡¡¡JAJAJAJAJA!!! ¡¡¡JAJAJAJAJA!!!

Ante los alaridos salvajes del ya casi fallecido monstruoso personaje, “Descifrar” hincó hasta cinco veces seguidas su cuchillo de abrir cerdos en las tripas de aquel espantajo humano.

– ¡Tomad y tomad hasta un total de cinco veces lo que vuestra crueldad se merece! Y eso si es que sabiéreis contar porque dudo yo, y es duda razonable, que una bestia como vos jamás hayáis acudido a escuela alguna ni aun siendo de visita.

El horrendo personaje murió entre vómitos de sangre en el mesmo instante en que la puerta de la alquería cerróse con grande estrépito.

– ¿Qué ha sido eso? ¿Quien anda por ahí? ¡Pardiez que en cuánto os encuentre seréis otro número más para el Infierno de Lucifer!

Como respuesta al aviso del Caballero “Descifrar”, un brazo robusto y totalmetne velludo penetróse por la ventanuca y la mano se aferró fuerte y firmemente a la garganta de éste.

– ¡¡¡JAJAJAJAJA!!! ¡¡¡JAJAJAJAJA!!! ¡¡¡JAJAJAJAJA!!!

En reponiénodse del primer espanto, el Caballero “Descifrar” cortó de un solo tajazo de cuchillo abrir cerdos aquel robusto y totalmente velludo brazo que cayó al suelo, entre las pajas del establo, mientras alguien aullaba en el exterior.

– ¡¡¡AUUUUUU!!! ¡¡¡AUUUUU!!! ¡¡¡AUUUUU!!!

Más amedrantado que de costumbre, el Caballero “Descifrar” implóro a “Brazomonte”

– ¡Hacedme un favor, voto a bríos! ¡¡Derribad con dos de vuestras históricas e inmemorables coces esa puerta!!

El noble jumento, siempre listo y al aviso de las órdenes del caballero, atizó dos tan colosales coces en la puerta que ésta se vino abajo conn grande estrépito. Al salir al exterior el caballero “Descifrar” sólo desubrió una larga hilera de enormes charcos de sangre.

– ¡Pluguiera a Dios que su Justicia es su Justicia y yo acabo de hacer Justicia en su nombre!

FIN

3 comentarios sobre “Y en llegando (Relato de Terror y Misterio)”

  1. Mi abuela materna: en verdad que es terrorífico de verdad. Y la verdad sea dicha porque es la verdad. En verdad que es terrorífico de verdad. Y en verdad que yo dijera tantas veces como quisiera que es terrorífico de verdad porque es la verdad. Y si la verdad es siempre la verdad, repito mil veces que en verdad es terrorífico de verdad.

  2. Por lo tanto, si la verdad parte de la verdad y llega a la verdad es que siempre es la verdad (por mucho que nos quieran hacer comulgar con ruedas de molino los que no hacen más que hacer apología de la muerte de los inocentes y ya sabes a lo que me refiero saliendo del presente texto).

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