Una vez, temí que jamás
encontraría a alguien
a quien querer de verdad.
Quería alguien perfecto,
al menos para mí.
Una manera especial de hablar,
una forma sincera de escuchar;
sin temor de reír ni de llorar;
ternura y comprensión;
alegría y estímulo;
alguien que llenara mi corazón
de dicha…
Una historia que les sonará familiar, acerca de un medio donde el sonido se propaga impresionantemente lento.
Fue el propio Galileo (1564-1642) quien calculó por primera vez la velocidad del sonido, de una forma sencilla. Con la colaboración de un artillero, una medianoche dispararon una salva (sólo con pólvora), mientras observaban desde un monte próximo, a unos 3.500 metros del cañón. Con ayuda de un primitivo reloj inventado por Galileo, el “pulsilogium”, contaron el tiempo transcurrido desde que se vio el fogonazo hasta que se oyó el estruendo. Fueron aproximadamente 10 segundos, por lo que Galileo exclamó en voz alta: ¡350 metros por segundo! Sigue Leyendo...
Encerrada
Atrapada
Atada de pies y manos por algo más fuerte que una simple cadena.
Aferrada a algo aún más poderoso que el grillete más pesado.
Atadura invisible que no le permite un solo movimiento.
Quieta,muriendo por escapar,anhelando recuperar al libert….
Condenada a la oscuridad eterna por miedo a abrir los ojos,
ciega voluntaria
luchadora rendida en medio de la batalla.
un corazón roto a causa del frio,
Negar el progreso es abandonar la idea de libertad. Abogar por los derechos humanos es una responsabilidad de todos. Nadie puede elevarse por encima de nadie y sentar cátedra sobre el bien y el mal. Las grandes afrentas siempre han nacido de la necesidad del poder y de la manipulación de los “creyentes”. Todo parece realizarse en forma de marcha: marcha en favor, marcha en contra, marcha…Les ha tocado el turno a quienes decidiendo sobre su dimensión vital, han elegido vivir su vida y su sexualidad de un modo. La voz del poder vuelve alzarse y proclama, desde su “dogmática idea de poder” que nada es tan aberrante como “elegir ese modo de vida”. Siento una inmensa tristeza porque nadie es capaz de secar las lágrimas del dolor mientras lo produce. Está claro que la presencia de “un dios en la tierra” se hace más efectiva que la de un Infinito y grandioso proyecto de Totalidad Divina. No me sorprendo, pero siento dolor por quienes sentirán que su opción pasa a ser mote, insulto, declaración de malas intenciones. Y todo porque una nueva marcha se impone frente a la mal entendida noción de “derecho humano”.Dad al César loque es del César y a Dios lo que es de Dios…¿quizá del dios en la tierra?. Sigue Leyendo...
Quizá descubramos muy tarde qué nos supone vivir. alguien, acaba de decirme, que está leyendo un libro sobre inteligencia emocional…para aprender a ser. Creo que es algo misterioso, como si la vida se nos hubiera dado, pero sólo en parte, obligándones a crear el gran proyecto de su creación.
Entiendo muchas cosas que pasan y otras muchas cosas que no pasan. Pero no las entiendo como algo que aprendí a formular en algún momento de la concurrencia de esas cosas en mi ánimo. Es más, reconozco que en principio no las entiendo casi nada… porque entender las circunstancias de las cosas que nos ocurren o que ocurren a nuestro alrededor no es un aprendizaje de escuela o de universidad ni tan siquiera un aprendizaje del intelecto… porque nos pillan casi siempre de sorpresa. Y entonces es cuando tenemos que aprender sobre el mismo terreno de batalla. Sigue Leyendo...
Hoy volveré, a ser de nuevo,
un contorno de alba fría…
una antorcha que se enciende poco a poco
en un medir de presencias ajenas…
y un ciclo propio que se abre
a la inmaterial presencia del morir.
Y en el hallazgo de las mil cosas nuevas
seré un susurro, solo un nombre,
una melancolía cerrada en la alcoba
donde la vida se comienza a soñar.
¿Qué son las fantasías?, me pregunto. Y comienzo a responderme que las fantasías son los sueños más profundos de todo ser humano. Son los sueños más profundos con los que elaboramos el juego de superar los momentos bajos de la vida y elevarlos a las cimas de lo pletórico, de todo aquello que deseamos ser o alcanzar con el trasvase de los sueños a la vida real.
Las fantasías nos hacen crecer porque proporcionan colchones con los que soportar el vaivén de las subidas y las bajadas vitalistas. Fantasías para creer en algo más que todo lo que nos llega de la cotidianeidad prosaica. Fantasías para elevarnos con más fuerza en este afán por creer en algo más que el simple comer o el simple respirar. Fantasías para sentir, para querer, para amar… fantasías para conciliar las causas impuestas con los efectos deseados por nosotros mismos y así superar esa carga agónica de vernos presionados por realidades fantasmales de las que no hemos decidido libremente participar. Sigue Leyendo...
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