Se acercó al supersónico ascensor y apretó el teclado del piso bajo. A los pocos segundos llegó el ascensor y se abrieron las puertas. Había un nítido cristal en el fondo. Se miró en él. Se dio cuenta de que tenía un fantástico parecido facial con Walter Scott en su etapa juvenil. Rubio. Los iris de los ojos de color de miel. Nariz recta y bien formada y pómulos llenos. Pensó en El canto del último trovador y después de teclear el piso décimo, el último piso de Memphis, rememoró que su lectura le había producido, años antes, el encanto del rancio sabor de las nuevas aventuras. El ascensor se detuvo en el tercer piso y entró una joven pareja besándose ávidamente. Se introdujo aún más en sí mismo prefieriendo el sentimiento a la razón, la naturaleza salvaje a la civilización ciudadana, el bárbaro primitivo e ingenuo al hombre calculador y materialista de la posmodernidad. La pareja salíó del ascensor en el séptimo piso y él siguió subiendo… subiendo… hasta llegar a su destino…
Archivo por días: 24 junio, 2005
Buscando signos
No podemos crecer, por así decirlo, sin adentrarnos en esa especie de senda luminosa que nos va haciendo descubrir los indicadores simbólicos de todos nuestros anhelos. Senda cualqueira, por allí por donde vivamos, que nos va forjando como personas dentro de la naturaleza de este mundo histórico que flota, hiperbólico, en nuestras manos. Buscamos, continuamente, los signos necesarios e imprescindibles, de carácter marsculino y femenino, que nos producen la sensación de que somos tributarios de la realidad circundante; para ir forjando la verdad, la particular e intrínseca verdad de cada uno de nosotros, sin la cual no significamos nada. La existencia humana se consolida en la continua prolongación de nuestras ansiedades. Y siempre esas señas de identidad son un conjunto de fuerzas que nos acompañan hasta el final. Es lo que muchos llaman personalidad; la doble puerta por laque entramos a la vida y salimos de ella.
CARTA A DAVID, del peque Goliat (Sandy)
Saludos Dani:
Bueno, lo primerito que he hecho es situarte. He pinchado en tu dirección web y !!!!!ALUCINANTE!!!! tienes un diseño de página que me ha encantado, vamos…te hablo del diseño, del decorado, de las bambalinas y de los colores y contrastes…¡¡¡absolutamente fashion!!!
Pues no estoy de acuerdo con lo que dices en tu parrafada. Me ha costado mogollón leerla, y creo que no he entendido nada. El título parece como sacado de una peli de Almodóvar…¡Bueno, a lo que voy!
Después de leer tu presentación personal: ¿Quién soy? y de ver que, al parecer te dedicas a practicar el silencio “Pitagórico”, pues no entiendo cómo vas en plan torpedo contra quienes se aman, o desean un rocete, o se dan un piquito. Y luego, si tu vida transcurre en el silencio de los “corderos”, pues…Dani, sólo te faltan los leones para estar en mitad de la Biblia.
La anomalía socialista vasca
Extrañamente, el socialismo vasco de antigua presencia social es casi el único que no cogobierna en el Estado español.
El PSOE mantiene en Euskadi una larga historia de organización, que incluye relevantes etapas de colaboración en la gobernación, en tiempos más o menos lejanos. Sin embargo, ahora que vuelva al poder en el Gobierno central, en Catalunya, seguramente en Galiza, además de en sus tradicionales feudos (Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha,…), sigue ofreciendo una deprimente imagen de oposición recalcitrante en el Parlamento Vasco, con una reiterada política de bloqueo a todo avance legislativo.
Sobre el Caballo de Troya que no de Sodoma
Y decidieron construir un caballo de madera, cuyo vientre estuviera hueco para que pudieran entrar varios guerreros. Lo dejaron a las puertas de Troya, ya que los troyanos veían en el caballo una representación del Dios. Y al anocher…cuando introdujeron el caballo en la ciudadela…”
Usted, con su amplia disertación, nos muestra un Caballo de Troya, cuya panza está llena de argumentos “legales”, de citas que bordean la “génesis teológica del derecho”. Me sorprende tanto empeño en no dejar que “sea la comunidad social” la que llegue a decidir en forma consensuada y, sobre todo, libre. Como norma no es lógico que se hable de lo que no se conoce, y este el caso de la ley, que crea un articulado para determinar causas y efectos. Si la causa del sentimiento de atracción entre dos hombres o entre dos mujeres genera la necesidad de “convivencia”, el que usted presuponga que es causa sexualis y no afectiva…es como negar la biología emocional de una hembra chimpancé por su cría. A esto lo llamaría usted síntesis natural del amor. Diseccionar el término amor, afecto o incluso efecto de estas vivencias, nos llevaría a descubrir que el “gozo de los placeres” (y cito a Foucault, en su historia de la sexualidad) es inherente a la evolución de las sociedades.
Gisela
En realidad no se llama Gisela. La nombro asi porque tiene piernas de gacela, cuerpo de gacela y rostro de gacela. Apenas la conozco. Sólo la he visto dos veces; pero Gisela deambula todos los días por la Avenida Amazonas buscando amor. Un amor ficticio, engañoso, basado en la carne sin emoción del placer momentáneo.
La primera vez la vi triste, encogida, sostenida solamente por un hálito de presencia volátilmente pasajera. Me preguntó la hora y me sonrió. Sólo eso.
Invitación (6)
-¿Te puedo ayudar en algo?.- volvió a preguntar ella. Entonces se dio cuenta de que aquella voz metálica no pertenecía a un ser humano. Era una robot. Una bellísima humanoide con inteligencia propia. Se atrevió a contestar. – Busco referencias de camino… pero de camino humano… – ¿Con qué persona, animal o cosa te identificas? – Sólo con el aire, porque no importa la meta, la llegada, la estación… sino solamente el camino – Sube entonces al último piso. Y la bella humanoide se marchó dándole la espalda. De un retrato de anciano con cabello canoso y largas barbas blancas surgió una voz: “La emoción callada, honda y contenida, dará sustancia al alma que inicialmente vacila pero luego toma fuerza en el dominio del aire que la abrirá a la vida”. La mirada del anciano retratado parecía dirigida al infinito…