Continuaré recordando el sonido de las notas musicales
que llegaban hasta mí en primavera,
la sonrisa de la luna llena acariciándome
el alma y acercándome a la vida, sin saberlo.
Espero en mi desespero
que me siga uniendo a un puente indestructible
y no un agujero negro en medio de un mar de dudas.
No acostumbro a mirar hacia atrás (y menos a plena luz de la luna)
y hoy tampoco lo he hecho
Me descalzo y siento la frialdad
de las vetustas piedras, (sabias y prudentes)
me impulso para poder ahondar en los pensamientos
que nunca me han impedido nada,
me adentro en la oscuridad de lo des-conocido,
aunque nunca acostumbro hacerlo a plena luz de la luna,
me doy media vuelta y miro hacia atrás.
No hay nadie.
No hay nada.
Es suficiente………
Archivo por días: 23 junio, 2006
carlota, mi gata
Mi velero azul (otro destino)
Hoy pensé que tenía un velero azul y recorría los mares en él. Todos los mares, siempre con la proximidad del agua y del cielo. Viajaba sin destino. Solo viajaba. No tengo respuesta si alguien me pregunta a dónde voy. Tan sólo porque no se a dónde llegaré. No lo soñé, lo pensé. Y aún sostengo esa idea. Veo al velero, hermoso, transparente, rozando las olas del mar. Siento mucha paz. Mucha. El aire es distinto, es perfecto. El sol está oculto pero aún entibia. Y mi velero viaja conmigo. Contándome un secreto. Hasta que se hace la noche y nos largamos juntos a llorar. Alguna pena guardada en mi memoria le cuento.
El fantasma amargo
Pronto, muy pronto, antes de que Venancio termine de fumarse el cigarrillo del que expela volutas de humo en forma de hermosos círculos blancos azulados, como de gelatina transparente, caerá la tarde en El Terminillo, al otro lado de la arboleda; allí donde las grajas acomodan sus nidos y los rayos del sol llegan hasta el jardín donde crecen las altas matas de las adelfas. Cada destello luminoso de ese sol, que se está ahora escondiendo lentamente en el horizonte, parece un camino rosa claro en el que danza caprichosamente el polvo como un duende sin aliento…