Con mis amigas las palabras

Hay una multitud de gente a mi alrededor mientras tomo el café sentado junto a la ventana del local donde me encuentro con mis amigas las palabras. Y me noto, me palpp, me presiento ahora que recuerdo el último texto de grekosay, dentro de una alimentada sensación que no sé lo que es. Nadie sabe exactamente qué es cuando está dentro de los corredores urbanos de una gran ciudad, pero me lleno de imaginaciones creyendo que hay una necesidad de expresar palabras inventivas, asociaciones de palabras para descubrir los caprichos del ataráxico instante en que hay gente alrededor y la esencia de lo inconfundible sigue siendo lo más universal de nosotros los humanos. Sigue Leyendo...

Soneto a Carolina

El negro de su cabello admiré
y sus perfectas facciones contemplé.
Tenía unos ojos tan marrones,
que parecían pintados con crayones

Su sonrisa hermosa develaba
unos dientes blancos cual porcelana.
Y una dulce voz que sonaba a canto,
que en cada palabra enseñaba encanto.

¿Qué hacemos con las palabras?

Creo muy justo reflexionar sobre los cambios en Vorem. La Casa…no ha sido sólo pintada; un lavadito de cara y ¡zás! Me gusta su sobriedad, sus matices entre grises y ese negro tan “literario”. La Revista es un tesoro de simplicidad. Creo que responde a esa idea de un minimalismo inteligente y no a un reduccionismo por motivos de presupuesto. Leer en Vorem es una tarea diferente. Creando una metáfora…creo que es confortable como un sofá. Leer en Vorem supone compartir una literatura amplia, variada y con un toque muy personal…con “esencia”. Como hace unos instantes escribía a Diesel, se nos escapan las palabras a los contenedores de basura. Jugamos entre juegos fotográficos y biografias de usted sabe quién es y cómo lo hace…y sobre todo, se publica tanto…que se ahogan las palabras, entre títulos ingeniosos y falsos artífices de aventuras de los Templarios.
Este verano me regalon un canario…y se me ocurrió llamarle Templario (no es un pareado) Templario canta de verdad y es suficiente. Iba a ponerle Vorem…pero, no lo hice porque creo que le pudier ir mejor a un buen Pastor Alemán. ¡Perdonad la broma! Pero el sentido del humor es el mejor de los sentidos. Saludos y Felicitaciones. Sigue Leyendo...