Cuando obligado a ser creyente iba a misa los domingos, encontraba cierto encanto a los textos que se leían. Fascinante el hecho de que existieran los Efesios y que un tal Pablo de Tarso les escribiera, casi les provocara para rebelarse contra la inmoralidad imperante. Recuerdo….”En aquél tiempo dijo…” Don Pablo tenía ganitas de jugar a las guerrillas urbanas.
Siempre he valorados estas clases gratuítas de literatura universal. Eran momentos de verdadero interés, donde si la voz del lector era clara y su dicción fluía…todo era creible. Llegada la Semana Santa…la escenificación de la Muerte de Jesús alcanzaba momentos de verdadera calidez dramática. Recuerdo a Carmen, una vecina gruesa y perspicaz leyendo fragmentos del evangelio y siendo la virgen María, cuando tenía cinco hermosos hijos y de virgen muy poco, más de mártir.
Archivo por días: 25 febrero, 2007
Sueños en rumbo
El semáforo me guiña peligrosamente su ojo amarillo y… el muy desgraciado!! Con su insolente pupila roja me detiene violentamente. El conductor del auto a mi derecha parece que no tiene prisa alguna. Se lo ve relajado, hasta canturrea! Claro, con semejante auto, seguro que es uno de esos ejecutivos o empresarios platudos, manga de ladrones que lucran a costa del pueblo, a costa mía, de mi esfuerzo, de mi miseria. Pero ya verán! Eso está por terminar. Ya verán. Uff! Qué calor! Me estoy derritiendo. Y el semáforo maldito sigue en rojo! Como si uno tuviera toda la vida para esperar. Como si yo pudiera seguir esperando! Y este asqueroso calor! Pero el pituco de al lado ni se entera; claro, en su auto brillante, con su regio aire acondicionado y su música de cd y su ambientador de pinos y brisa marina… Esa es vida. Pero ya verán. Al fin, amarillo… y en tres golpes de corazón, ya está! Verde, eso es. Vamos, vamos alma mía.