¿Para qué sirve el poema?

Naveguemos sin más.
¡Que nadie hable!
Dejemos que el corazón presuma de ser dios,
y su silencio el ruido sobre las aguas.
Los poemas se escpan, como olas,
como espumas de mar.
Seguimos cerca.
Tocando la misma nube
que originó el tornado.
Y el poema, ahí está,
en un eterno para siempre.

Del mundo y sus vicios

los sentimientos angustiados
el amor proclamando piedad
el orgullo sobre el piso
las hagallas vueltas escombro
el rencor aumentando
el odio esta insaciable
las ganas de matar vuelven
las horas muertas del pasado pisotean mi entrada
los minutos perdidos hacen carnada con ansuelos epitoricos
el silencio a su consejo de clemencia ante lo sucedido
todo eso hace parte de lo que fue,

Como cambia el cuento

7-5-2007 Holanda
Yofri Boudent
Redacción
Hoy me he levantado a las ocho de la mañana, mi madre y mi hermana Beatriz se preparan para sus tareas diarias, se duchan y arreglan, como yo soy aún pequeño mi mamá me viste y me peina, a veces, se enreda mi pelo en el cepillo y me tira de la cabeza a lo que contesto siempre con un largo aiiiiiiiiiiiiiiiiiii, y veo cómo parte de mis pelos amarillos se quedan colgando del cepillo.
Una vez todos estamos listos, bajamos las escaleras del molino, es que vivo en un molino, mi padre es molinero y no empieza a trabajar hasta que salimos todos de casa. Me llevan en el asiento trasero de la bici, por la orilla del canal Frenkel. Me gusta mucho porque desde allí veo los campos de tulipanes, amarillos, morados, rojos, azules, es como un arcoíris eterno que de vez en cuando cambia de orden, y altura. Sigue Leyendo...

Inevitablemente tú

Tengo un deshielo rápido
en medio del corazón;
una caliente espesura
como de cuerpo y de palabra;
un amor lleno de sueño
sin máscara oculta;
unos labios besando al mundo
en medio de tu poética presencia.

Inevitablemente tú
eres la mujer con la que amo
la música, el guiño, el perfume
de tu caricia y tu sabor
entrando siempre en mis adentros
por las cinco ventanas de mis sentidos.

Guia Fácil para un Poeta Sensible

Diles a las mujeres que escribes poesía
sin agregar el género,
lo importante es la palabra: P-O-E-S-Í-A,
trae consigo una especie de sentimiento implícito
igual al sueño imposible
de algún día cubrir una cama con pétalos de rosas,
háblales de cosas de amor y un poco en francés;
pensarán que eres sentimental,
sensible,
dirán: allí va el poeta;

Bandera roja.

Truenos, relámpagos.
Bandera roja.
Yó, naúfraga irresponsable, comienzo a caminar.
El mar es mío, no hay nadie, sólo yo.
Me llama a gritos,
no puedo resistir unirme a él.
Camino por la orilla, no hay peligro.
Un poco más lejos, un poco más allí.
La tormenta arrecia,
Agua dulce en mi cabeza, agua salada en mis piés.

Pr. House

Pr. House

En televisión abundan los médicos o los alumnos rebeldes, incluso hay supernannies, pero inexplicablemente no hay un solo docente como personaje central.

Aunque el apodo de “Profesor House” es reciente, hacía años que le admiramos por su pericia profesional y le toleramos sus cáusticas críticas. Este educador existe y se mantiene en activo, por lo que alteramos algunos datos descriptivos a fin de proteger su identidad, pero todo este relato está basado en hechos reales y describe situaciones inverosímiles… pero verídicas. “Pr. House” representa una tipología abundante entre el profesorado, sólo que con unos caracteres tan marcados y extremos que lo convierten en un paradigma de la profesión. Sigue Leyendo...