Freud escucha a su gato

Lamento mucho estar cansado,
siento mi destino aprisionado.
Mi vida está toda en mal estado.
Soy un gato neurótico total.
Soy un gato ausente de animal.
No digo miau, lo he olvidado.
Como cuando quiero: vivo aprisionado.
Mis pulsiones son mis televisiones.
Disfruto dibujando mil erecciones.
La vida me aconseja estar tranquilo.

El peso de las palabras

Una conversación cambia el sentido,
Una interpretación que desequilibra la balanza.

Y no hay gesto ni mirada que detenga el camino.
Ya se ha dicho…
¿y ahora? no hay marcha atrás.

Y si pesa la palabra y el alma cae,
y si caen las palabras, el alma deja de pesar.