Ayer soñaba con un hoy ausente;
palacios de crital sobre la fuente eterna
del soñar constante.
Y allí, entretejida como una crisálida,
tus pies delataban tu ausencia material.
Un leve gesto de tu mano señalaba la hora
y el piano culminaba el ritmo con tu mismo silencio.
Persistencia de la memoria ausente; hoy no vibra
la cuerda pulsada, ni el verbo grita hacia el horizonte.
Aclama la integredidad de la palabra y el sentimiento
se ausenta, como tú,
de este momento.
Archivo por días: 23 mayo, 2007
Cartas a la vida.
Escribo cartas a la vida bajo restos de luna yacida, y embarco a la pluma teñida en dicha desmedida.
Ay de mi bajo estrellas de fuego, si no cuento, si no digo, si no pienso, que soy poeta muerto al ver tu inspiración
¡Que más quisieran mis versos ser dignos de tu vocación!
Y mientras ríos de tinta duermen, en estos lagos de mis pensares, hablo casi desvanecida de la gloria encarnecida y de tu simiente nacida.
Ciclo
Ahora desde el tiempo… lo veo distinto.
Existe la teoría de que la vida es cíclica, si bien estos ciclos se basan en la repetición de situaciones más que en un periodo de tiempo. Ahora estoy en el fin de uno y el principio de otro, todo se ve distinto desde un punto de vista nuevo.
Era la última vez que estaba allí, las lágrimas corrian por mi cara a la misma velocidad que entraba en mi coche deseando huir, todo era gris. En aquellas semanas se fue completando mi nueva personalidad, sólo quería estar con ella o con nadie, sólo quería volver y sentía la impotencia de quien desea algo con toda su fuerza y no puede conseguirlo.
UN AÑO..
Hace ya un año que decidiste partir de mi lado.No puedo decir que haya pasado rápido, pues para mi ha sido una tortura. Todo un año de noches en vela preguntandome porque, en que fallé…y un año de amanecer sin obtener respuesta, porque ni siquiera tu la tenías.Que necesitabas tiempo, que querías estar solo…me decías….y al mes ya compartías tu vida con otra persona. La decepción fue grande, y el golpe me dejo sin reaccíón, sin saber que hacer. La primera vez que amanecí sin ti, el dolor no me dejaba reaccionar y las lágrimas no me dejaban ver. Al principio sentía una ansiedad que me comía por dentro, más tarde se convirtió en dolor, un dolor que luego era tristeza. Pero llegó el día que inevitablemente tenía que llegar. Llegó el día en el que me levanté y ya no me hacías falta. Ya no te necesitaba, había quien me decía que el tiempo lo curaba todo, pero yo se que el tiempo no me curó, simplemente aprendí a resignarme.