Y siguen matando y matando…

Nada. Que no hay manera. Todos los días lo mismo. Un enfermo celoso que mata a su mujer, su novia, su amante o la vecina de al lado… porque no les hacen caso. !Qué manía!. !Vaya enfermedad más neurótica!. A medida que vamos progresando en miles de temas parece que esto de los machos enrabietados no tiene curación alguna. Son como los hombres del Pleistoceno. Pero no del Pleistoceno Superior ni tan siquiera del Pleistoceno Medio sino del Pleistoceno Inferior. ¿Cuándo va a terminar tanta necedad?. Las mujeres somos seres humanos con derechos adquiridos tras mucho luchar. Que no vengan ahora los del mazo y la cachiporra a quitarnos nuestra dignidad. Que el Pleistoceno Inferior hace miles y miles de años que se acabó. A ver si algunos terminan ya de bajar de los árboles. Sigue Leyendo...

Una visita inesperada

4pm. Crawford, Texas. E.E.U.U
Un largo alarido telefónico calló de repente al silencio. George W. Bush se revolvió en la cama unos segundos y por fin contestó a la llamada.
– ¿Diga?- susurró, soñoliento.
– Señor Bush, soy Joshua B. Bolten, perdone la llamada tan temprana.
– No es nada. Qué ocurre.
Ante la pregunta, un silencio frío recorrió de nuevo el aire de la habitación. George sentía como se le removían las entrañas de la vigilia y miró al otro lado de la cama: dormía solo. Laura estaba de viaje por Europa, recordó. No le importaba dormir solo, ya estaba acostumbrado. Sigue Leyendo...

¿A dónde se fueron las sonrisas de Damián?

Extraño ha comenzado el día de hoy. Sí. Bastante extraño. Por primera vez, en dos largos años que desayuno en el Studio 3, la silla de Damián estaba vacía. Siempre ha estado aquí Damián a eso de las 10 de la mañana. Aquí sentado. Mirando hacia la Nada y sonriendo siempre al vacío de sus misteriosos pensamientos. Dicen que ha estado así desde siempre; pero yo no sé qué es siempre cuando los demás se refieren a Damián. Nadie sabe nada del Mundo de Damián. Así. Mundo con mayúsculas. Un Mundo donde Damián siempre movía la cabeza de un lado para otro como sacudiéndose moscas imaginarias. Sigue Leyendo...