Gritan las flores
vanidad de existir
del jardín fugaz
Un abrazo
Ya que hoy has amado todo el día
¿qué dirás después de las doce?.
El amor siempre desconoce
hasta dónde llega la fantasía.
Es entonces cuando yo diría
que tú opinas que sólo es un goce
producto del implícito roce
de un cuerpo con otro en vía.
Pudiéramos discutir cien largas horas
sobre amor, gozo y temores
de naufragar en medio de las olas.
Pero yo sé que nunca borras
de tu alma estos bruscos amores
que en tu cuerpo siempre atesoras.
El sol despertó. Abrí mis ojos y me entrego a la vigilia, mi viaje enemiga que cada vez tiene menos fuerzas. Cupy, como siempre, huele que despierto y comienza a lamerme la cada, sabiendo que lo detesto, pero que siempre podré perdonarle cualquier cosa.
Es el mismo ritual que usa desde hace muchos años, cuando por entonces me llegó la jubilación a mis bien avenidos setenta años, con sabor a tabaco negro y a caña vieja.
Sé de esos ancianos que no responden a sus huesos y se suicidan en vida sin necesidad de morir, por que a veces no hace falta que alguien deje de respirar para haber muerto, algo que inevitablemente aprendes a lo largo de las arrugas; y por eso, ahora me levanto, meo y tomo un café. Para mi el café ha perdido sentido, ya no lo huelo ni lo saboreo, ni aunque quiera, por que es como beber agua caliente, pero al menos me despeja las ideas.
Siempre que se me ocurre un buen argumento para comenzar un libro, me sucede en la cama, en ese duermevela en el que parece que nos asemejamos más a un niño: como él estamos inermes, desinhibidos y nos sentimos como vulnerables y hasta algo perseguidos. Cualquiera podría atacarnos y nuestra reacción sería tardía y torpe.
En ese duermevela, en el que me creo pensando en algo concreto y podría decirse que preconcebido, quizá repasando algún acontecimiento o simple detalle de la jornada, hay una parte de mí que se sorprende al darse cuenta de que mis ¿pensamientos? ¿sueños? van por otros derroteros. Y así la imaginación, de pronto avivada, se adentra de lleno por ese camino que una parte desconocida de mí ha iniciado sin yo apercibirme. Así que, en teoría, yo debería acostarme con una libreta y un bolígrafo en la mesilla para, una vez detectado esto y sin pérdida de tiempo, encender la luz, despabilarme y comenzar a escribir. Nunca lo he puesto en práctica.
Hola Albert. Este lunes has escrito en Vorem una tacada de 6 o 7 poemas como los titulados Tus Ojos, Mis flores negras, Mentira, La prostituta se reía, etcétera. Son poemas muy buenos y con excelente rima. Por la forma en que los presentas parece que das a entender que los has escrito tú y sin embargo son poemas muy conocidos escritos por el poeta colombiano Julio Flórez, nacido en 1867 y muerto en 1922. No sé si te has olvidado señalar al verdadero autor de estos poemas o has querido deslumbrar por medio del plagio. A veces se han escrito textos de autores no voremistas pero siempre se da a conocer quien es el autor. Si es un descuido tuyo estás perdonado. Si es un intento de plagiar para deslumbrar no es buena idea y no te lleva a ninguna parte. Perdona si estoy equivocada en lo de tus buenas intenciones pero el autor de todos esos poemas es el ya citado colombiano JULIO FLOREZ que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX. Me gustaría que aclarases este lapsus…
Carmarthen es un pequeño pueblo situado al suroeste del País de Gales, en una bahía del Canal de Bristol, muy cercano a los pies meridionales de los Montes Cámbricos. En esta pequeña localidad galesa agropecuaria, famosa por sus ferias agrícolas y ganaderas, hace pocos meses que comenzó una verdadera controversia que ha dado la vuelta al mundo por los medios de comunicación de masas.
El protagonista del suceso es un toro de 6 años de edad, de raza frisón negro, llamado Shambo. Shambo cayó enfermo de tuberculosis bovina y el juez Gary Hickinbotton dictaminó que había que sacrificarlo; porque la tuberculosis bovina (al igual que la gripe aviar) es altamente contagiosa y pone en peligro la vida de otros animales vacunos y también la de aves, gatos, perros e incluso seres humanos.
dios! ¿por que? que idiota fui
y yo que creia que podia con esto
hoy os he visto regalando besos
en mis entrañas se pudre tu nombre
y aun es tanto lo que te quiero.
Dejame dormir en mi rincon
no quiero verte mas que en mis ilusiones
donde sigues siendo mio solo mio
y no esta ella, tan alta tan guapa
pues yo estoy mas delgada
y no tengo esa peca extraña
en la mejilla esa que tanto odio.