Qué habrá dentro tuyo?
Qué ideas,
qué sueños,
qué miedos,
qué pasiones,
qué oscuridades…
Qué habrá dentro tuyo
habitándote?
Qué habrá?
que me intriga
el hospedaje…
-¡Se abre la sesión!. ¡La ciudad de Brenham contra el señor Jack Morrison!. ¡Que se levante el acusado!.
Me levanto aturdido por el flash de las cámaras fotográficas de los reporteros.
-Señor Morrison… ¿Se declara inocente o culpable de los cargos que pesan contra usted?.
-¡Me declaro completamente inocente de todos los cargos señoría!.
El juez Milton me mira de soslayo
-¿Así que se declara usted inocente?.
Se establece un diálogo distante entre la obra creada y el autor. Crear supone una configuración de elementos materiales, que agrupados, se distancia del Blanco, o de la textura, o del soporte, hacia algún lugar y en algún lugar, la Presencia de lo factual se genera.
He buscado siempre esas limitaciones de la realidad: los soportes, el esqueleto oculto que genera corporeidad y color al proceso de crear. No valoro el hecho desde ninguna perspectiva estética, porque trato de traducir un elemental juego de impulsos y generaciones de sugerencias “de mancha/color/línea”.
Ayer leía tu reflexión. Poética y trágica,
contextual, en su necesario ser texto que trata de de decirse.
Palabras que se revuelcan en el corazón,
entre nostalgias adheridas,
pasillos largos o corredores de fondo.
¿De dónde nace la fuente de tu texto?
Y presupongo tu incierto juego entre comenzar
y decir adiós, saludando a las sombras presentes
en la virtual pantalla.
Sé que mi Piel alberga respuestas tan sólidas
como huellas abatidas.
Nada quiebra el paso lento sobre Nada.
La hierba y la escarcha saben de madrugadas sentidas,
de corazones líricos ardiendo de silencio.
Una rosa púrpura sobre los pies de cualquier estatua.
Han mutilado las palabras calladas de la Nada: de nuevo.
POr amor todo sucede hasta el mismo límite del abismo.
¿Quién supo de amor? Nos fue dicho.
Preguntado el corazón, se transformó en un lírico río,
flujo de palabras, de sudores, de pasos secos entre madrugadas frias.
Hay nostalgia de un continuo ser doliente.
Ser, entre los jardines callados que nada saben de amor.