Primer movimiento
Poeta de los pretextos es
el aliento de las palabras
emergiendo de una inmensa Nada,
de un páramo helado.
el equilibrio se rompe y armoniza
el suave deslizarse de una mano
sobre la brisa.
A la palabra, invento de las hojas,
murmullo inequívoco del canto,
le propusieron ser voz del Poeta.
Y la palabra, inquieta en tu mismidad,
rompió su silencio y enmudeció la tarde.
Es súbita la confusión que en mi pecho se agrupa;
tantos los sentimientos de la vida mundana
que ofrecen la visión abrupta de la nada
y dejan rastrojos difuntos en la mirada.
En la carrera, nadie puede detenerse sin dejar atrás el recuerdo,
no es posible simular haber ganado cuando se pierde tanto.
Se pierde vida, se pierde en llanto la medida del tiempo.
——————————————————————————
I.
Una flor de canela que se deja volar con el viento,
quemando la piel con aroma de palabras bellas;
se meció danzante en sus mil grandes sueños
hasta feliz posarse, fecundada, en su lecho de tormenta. Sigue Leyendo...
Referencia musical: Vengerov, Bach “partita 2” sarabande.
Escucho los pasos de Anna María. A mi espalda, la puerta se ilumina entre las estanterías oscuras de los libros. Yo sigo ensimismado en mi escritura, la música resuena en mi cabeza, mis dedos agitados hacen nacer las notas. ¡La música! Con paso quedo ella se acerca y, me observa como siempre, detrás de la nuca. Suave siento su aliento. ¡Tata, estoy aquí! esas son siempre sus palabras. Conoce mis manías y mi sordo ensimismamiento, cuando sólo escucho mi música dentro. ¡Tata! me llama y sé que ella me mira, creando los acordes con las manos. Sigue Leyendo...
¿Qué voy a hacer ahora? ¿Cómo se puede subsistir cuando te han retirado por completo el terreno bajo los pies? ¿En quién voy a poder confiar?
Recordarás que hace algo más de cinco años fue él quien traicionó mi confianza. Fue doloroso, pero sobre todo porque la situación fue dolorosa en sí misma, y casi pareció un detalle de relevancia menor en comparación con el resto de implicaciones emotivas, de expectativas de tranquilidad y orden que se vinieron abajo. Entonces ataqué la cuestión de la forma más animosa posible: salí, entré, hice todo lo que pude para no derrumbarme. Siempre me quedó (me queda todavía) el punto negro de haber perdido la confianza en él; pero aún podía contar contigo… Sigue Leyendo...
Como si fuera un indulto de la mala vida,
el tiempo fluye y no deja pasar.
¿Crees que te admira?
Lo cobrará,lo cobrará.
Esta esperando el momento oportuno…
Y cuando menos te lo esperes ¡zas!
No lo verás venir.
Sólo cuando el tiempo se haya detenido
sabrás lo que has vivido,
y tendrás que sucumbir.
Portal Literario Independiente